Tampico, de los primeros en decidir
Tampico, –junto a Madero– es de los municipios, en donde con mayor nitidez se visualizan las fuerzas políticas dominantes, declinantes y emergentes. Este 2021, en el puerto, parece estar definido para la familia azul.
¿Por qué esa aseveración?
¿Qué hace pensar en que la sociedad porteña casi decidió su voto?
Enumeraré las razones y los razonamientos:
1.- El PAN porteño es de los 43 municipios de Tamaulipas, en donde tiene más –y mucho muy profundas– raíces históricas. Casi desde su fundación nacional –1939– ciudadanos tampiqueños se sumaron al proyecto para enfrentar las políticas nacionales del Presidente Lázaro Cárdenas. El periódico el Mundo de Tampico, fue un instrumento de la militancia panista; se significó, como el más severo crítico de los regímenes –se decían socialistas– portesgilistas. En toda la entidad, sólo aquí, se organizaron intensos movimientos sociales articulados contra la Ley de Educación de Américo Villarreal Guerra.
Los primeros cuadros panistas que llegaron al Senado y al Congreso de la Unión de ahí emergieron. Y uno de los primeros candidatos al gobierno del estado, fue Jorge Ángel Camargo, oriundo del Puerto.
Hasta la década de los 90, el panismo tampiqueño, operó como la fuerza determinante del PAN en Tamaulipas.
2.- El alcalde Jesús Nader, logró atemperar lo que por décadas, fue una fatalidad para la comunidad árabe del puerto: el distanciamiento sociopolítico de la sociedad judía, que por décadas fue el factor hegemónico en la economía de Tampico. (Exceptuando, el dominio de Joaquín Hernández Galicia y el gremio petrolero, que expulsó a los capitanes de empresa de los asuntos políticos del sur del estado, por más de 30 años). Ese hecho, capitalizó al alcalde Nader, de tal forma que se convirtió en el factor azul más importante en sudTamaulipas. A ello, ha sumado, una intensa actividad justo en donde nunca había podido lograr el voto duro el panismo: en los sectores populares.
Al parecer, Chucho, es el beneficiario del naufragio priista que optó por arrimarse a la sombra del panismo. (Esto también se explica por la torpeza de MORENA en el Puerto que ha delineado una política errática e ciega, alejando a grupos tricolores y azules que intentaron acercarse al lopezobradorismo).
3.- Un MORENA, desarticulado, sin liderazgos. Esa misma hegemonía histórica del PAN en el Puerto, ha achicado todos los intentos de la Izquierda –desde el PCM, hasta MORENA–, por convertirse en un movimiento electoral destacado. Sus cuadros más sobresalientes, hoy, son personalidades provenientes del PRI que lejos de concitar las simpatías del electorado, generan el repudio. Lo más competitivo es la diputada Olga Sosa, que representa lo más podrido de los socios políticos del ex gobernador Egidio Torre Cantú y de lo más pernicioso del sexenio de Eugenio Hernández: el reynosense Ricardo Gamundi.
4.- El PRI, es una de las fuerzas declinantes en este escenario. No se ven candidatos con empaque. Lo que hace inferir, que alguna de su militancia, se marchará en busca de nuevos horizontes. Y esos son: el PAN o MORENA. No hay más. Otra factor en declinación es el PRD. Por razones de sobrevivencia, y de su estrategia nacional, irá con el PAN el 2021 en Tampico. Esto, aminora la posibilidad de expansión de MORENA, toda vez que algunos cuadros perredistas se siguen considerando de izquierda, aminorando el ensanchamiento del lopezobradorismo y potenciando las filas azules.
5.- El interés estratégico del panismo estatal y su dirigente real, de ganar Tampico, por su relevancia económica, política, social y demográfica en la entidad. Por todo ello, es muy probable que el PAN opte por impulsar la reelección de Nader.
Los otros cuadros azules –Mon Marón y otros, quienes se perciben como actores emergentes– se ven muy verdes.
Tampico, al parecer, ya decidió.