Columnas

Tamaulipas: la alternancia y la continuidad…

¿Qué espera a la ciudadanía un día después del 5 de junio?..
¿Qué escenarios se configurarán ante el acomodo o el reacomodo de actores políticos?..
¿Qué espera a Baltazar Hinojosa ante el triunfo, y qué espera a Francisco García Cabeza de Vaca en la victoria?..

Se perciben en el horizonte tamaulipeco, dos atmósferas: el de la alternancia y el de la continuidad.
El de la alternancia:

1.- Enfrentará una Cámara de Diputados dividida en el mejor de los casos. En el posible, tendrá una minoría ante un PRI que se convertiría en el núcleo mayoritario por sus largas alianzas con las otras fuerzas políticas.
Es decir: el gobernador del cambio, tendría uno de los poderes más potentes como contrapeso, por no decir en contra.

2.- Arribará con un Poder judicial ajeno. Habrá que recordar, que por mandato de la Contitución local los Magistrados son casi inamovibles. Y como otro Poder, posee tutela de sus propias desiciones en la esfera de la impartición de Justicia.
O sea: con esos arados, tendría que arar el Ejecutivo estatal de la novedad.

3.- Co-gobernará con la mayoría de los Ayuntamientos más importantes de la entidad. (Reynosa, Río Bravo, Matamoros, Valle Hermoso. Ciudad Victoria y Tampico, son los Ayuntamientos que según las encuestas más serias serían para el PRI).

Operarán como otro balancín para el gobernador de la alternancia.

Estos cabildos, -junto al Congreso, o mas bien junto al bloque opositor que encabezaría el tricolor- se transformarían en la zona tricolor de resistencia.
¿Ficción?

Nada de eso. Se transformarían en el PRI tamaulipeco, que remará para llegar vigoroso al 2018.
Dice Pichón Riviere –un educador argentino-, que en algunos grupos operativos para convertirse en eficaces la tarea debe ser el líder.
Ese sería el caso: el líder sería la jornada del 2018 para un priismo en rebeldía.

4.- El fantasma de la parálisis político-administrativa podría aparecer en la entidad. Con un Congreso adverso, y un Poder judicial de naturaleza tricolor podría generar controversias continuas que pondrían al estado al borde del colapso.
(Un argumento casuístico es Nuevo León.

El entrampamiento entre los tres Poderes no finaliza. Y el gobernador independiente –como todos los opositores cuando no encuentran la brújula para ordenar la casa, acusan que “dejaron un desorden los que se fueron”, “los rateros priistas se llevaron todo el dinero”, “el desmadre de 85 años no se puede arreglar en 6 años”, y otras igual de retóricas).

5.- Se podrían vivir seis años de alejamiento financiero de la Federación. Aún y cuando el Presidente de la república dice gobernar para todos, es evidente que en una coyuntura de diputa por la Presidencia bajarán los circulantes a entidades gobernados por ciudadanos de partidos distintos al suyo. Eso no lo dicen los manuales de la política; lo muestran la prácticas del sistema político que tenemos.
(El gobernador de Nuevo León, nos enseña esa circunstancia).

El escenario de la continuidad:
1.- Baltazar Hinojosa, llegaría con un Congreso dividido o siendo su partido la minoría mayor. La política congresal priista, sería de alta explosividad. Una fracción parlamentaria que tendría que utilizar el mayoriteo recurrente contra un panismo dolido por la derrota, podría generar fricciones y un tanto, brotes de ingobernabilidad legislativa.

(Otra: kilo por kilo los azules, poseerán más talento que los tricolores).

Un Secretario General de gobierno, habilidoso podría sacar del atolladero a los diputados priistas. Pagarían un alto costo de legitimidad los legisladores; asunto, que no les ha importado toda vez que es una constante desde hace más de 50 años.

2.- El poder Judicial, estaría sobre sus rodillas.
(No es una ofensa: es una descripción).
3.- Co-gobernaría con más de 25 ayuntamientos pintados de azul. Mutarán en la estructura real esa red de poder, para encarar al gobernador de la continuidad y evitar políticas públicas y sociales adversas a sus parcelas de autoridad.
4.- En años y medio, confrontará Hinojosa Ochoa, a muchos alcaldes correligionarios de partido, que van a querer reelegirse. Y no por vocación propia. Más bien, de sus padrinos: Yarrinton, Geño, Cavazos y otros.
(Es uno de los principales problemas que generarían ingobernabilidad al interior del partido del gobernador).
5.- La cercanía con la Federación, sobre todo con su padrino el Secretario de Hacienda, -Luis Videgaray, que sueña con la Presidencia- podría hacer el milagro de la reactivación económica en Tamaulipas.

Eso es lo que nos espera.
Sólo falta que los tamaulipecos, decidan…