Tamaulipas: el primer paso…
La campaña por la gubernatura en Tamaulipas, se oscureció. Se nubló, para un PAN que se decía encarrilado hacia la gubernatura. Al aspirante panista, Francisco García Cabeza de Vaca sigue cosechando cuestionamientos por su aceptación tácita de los apoyos –no se ha deslindado hasta hoy- de los poderes fácticos del centro de la entidad para su proyecto político.
Imposible, negarlo ahora.
El dirigente nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones, acusó al candidato Cabeza de Vaca de utilizar medidas coercitivas –con apoyo de grupos antisociales- para obtener consensos en diversos municipios del sur de Valle de San Fernando.
Tres candidatos fueron separados de sus funciones.
Bomba nacional.
Beltrones -viejo zorro del sistema político mexicano-, hizo un tiro de cuatro bandas: cuestionó la pulcritud y rectitud de la campaña de Cabeza de Vaca; reposicionó a su candidato Baltasar Hinojosa en la región; dictó la agenda nacional en torno a la incursión de los poderes fácticos en los procesos electorales y finalmente, lanzó un gambito a su contrincante interno –por la candidatura a la presidencia en el 2018- Miguel Ángel Osorio Chong porque si algo está fallando al Secretario de Gobernación son las políticas para combatir la inseguridad y la violencia en las calles del país.
La defensa del presidente del PAN nacional Ricardo Cortés Anaya, no fue del todo eficaz. Porque si algo hay concreto, son las pruebas documentales de los hechos en el municipio de Hidalgo –pueden verse en el muro del aspirante azul- y muy sólidos argumentos de los cetemistas de Mante, que fueron llevados en vilo para apoyar al candidato del PAN a la gubernatura.
El movimiento de Beltrones fue preciso.
Esos tres municipios ya estaban perdidos –por aquellas razones-.
Cedió un minúsculo gajo electoral, pero ganó una amplia capacidad de maniobra en los medios nacionales arrinconando a los panistas con la peor mancha que un político pueda tener en los tiempos actuales.
En otras palabras: entregó no más de 10 mil votos a sus adversarios, pero dejó la certeza de su acusación en una machacante prensa nacional que se solaza con los temas de la política aldeana.
El PAN no ha podido reaccionar con prestancia. Acusa de lo mismo que es acusado, a su adversario Baltazar Hinojosa. (El asunto, es que esos argumentos van soportados con pruebas documentales de menor peso que las endilgadas por el tricolor al ex alcalde de Reynosa).
Eso no es todo.
Viene más presión, para los azules.
El candidato del PRD, Jorge Valdés, y la Secretaria General de ese partido, Norma Beatriz Múgica denunciaron en Tampico las presiones de la delincuencia organizada contra cuatro de sus candidatos en la región conocida como la Frontera Chica. Y acusan directamente al candidato Francisco García Cabeza de Vaca de esa maniobra.
Se espera que en las próximas horas, haga lo mismo el candidato del Movimiento Ciudadano, Gustavo Cárdenas que alertó de ese fenómeno desde el primer debate entre los candidatos a gobernador.
¿Qué habremos de esperar los tamaulipecos en este inédito escenario?..
¿Suspensión del proceso electoral?..
Nunca.
No está dentro de lo posible.
Lo que nos encantaría ver, es un nuevo contrato electoral entre los partidos y los candidatos. Un inmediato acuerdo, para limpiar las elecciones de cualquier injerencia de los poderes fácticos en una decisión que sólo es responsabilidad ciudadana. Aún es tiempo.
Los actores locales, ya han sido rebasados por los grupos antisociales en algunas comarcas.
Hoy es labor del INE y de la oficina de Osorio Chong, esa apremiante empresa.
Alguien tiene que dar el primer paso…