Rodolfo: Estudioso de la política
TAMAULIPAS.- Después de meses de especulaciones sobre su aterrizaje en el estado, Rodolfo González Valderrama ya despacha como delegado federal de programas para el desarrollo.
Durante sus primeros cinco días al frente de la “superdelegación” se le ha visto recorrer los centros de vacunación en la capital, supervisar obras del Banco de Bienestar en el sur, y entregar becas “Benito Juárez” en el poblado pesquero Carboneras, en San Fernando. Actividades muy distintas a las que desempeñaba hasta hace una semana como Director de Radio, Televisión y Cinematografía del Gobierno Federal.
Su cambio, pronosticado con insistencia por analistas políticos, llega a poco más de un mes de que su partido, Morena, realice las encuestas con las que elegirán al candidato para la gubernatura de Tamaulipas, en el 2022.
Rodolfo, quien ha sido muy claro respecto a sus intenciones de participar en el proceso interno, tiene ahora vía libre para recorrer el estado las 24 horas de los siete días de la semana. Su ingreso a la actual administración federal se anunció el 28 de enero del 2019 en horario estelar.
En la mañanera, el presidente dio a conocer su nombramiento como titular de RTC, junto a otras designaciones como las de los titulares de los canales públicos, Notimex, el IMER, y Radio Educación. Se sabía desde mucho tiempo antes, que en las simpatías del presidente había un tampiqueño, que había participado en la formación de Morena como partido, y que entre otras posiciones de importancia había fungido como jefe delegacional de Cuauhtémoc en la Ciudad de México.
En Radio, Televisión y Cinematografía le tocó instrumentar con urgencia parte del sistema educativo a distancia que tuvieron que emplear millones de estudiantes en todo el país, debido a la pandemia de Covid-19.
Sociólogo de carrera, González Valderrama presume al interior de la estructura federal una fama de hábil operador, y destacado científico social. Por eso, sus labores en el gobierno de la cuarta transformación trascendieron al puesto que desempeñaba formalmente. En octubre del 2020 por ejemplo tuvo otro momento de alta exposición.
El presidente le había encargado ser parte del equipo que investigaría el uso que anteriores administraciones habían dado a los fideicomisos que fueron cancelados. Al tamaulipeco le correspondieron los relacionados con Gobernación, Seguridad Pública y Relaciones Exteriores.
El informe de sus hallazgos lo presentó en la conferencia mañanera del 21 de octubre. Lo que encontró González Valderrama fue que el Instituto de los Mexicanos en el Exterior entregó en tres años -del 2014 al 2016- más de 1,400 millones de pesos a dos fundaciones ligadas a la organización “Juntos Podemos” presidida por la panista Josefina Vázquez Mota.
FORJADO EN EL PUERTO
Rodolfo González Valderrama nació en Tampico, Tamaulipas el 30 de abril de 1956. Creció en la colonia Tamaulipas, un barrio flanqueado por agua: por un lado la laguna del Carpintero y el canal de la Cortadura, por el otro el Río Pánuco, muy cerca de donde todavía operan los principales centros de trabajo de Pemex, además de navieras, y cooperativas pesqueras.
Era en ese entonces, y lo sigue siendo, un barrio marinero, un sector al que junto con la colonia Guadalupe Victoria, los porteños conocen mejor como El Golfo.
Ahí, Rodolfo se crió como parte de una familia ligada a la industria petrolera. Su padre, Rodolfo González Torres que sólo había estudiado hasta tercero de primaria, hizo una carrera en Petróleos Mexicanos.
Él mismo en su juventud tuvo su paso por la compañía, durante los veranos subía a un buquetanque petrolero de Pemex para trabajar en la cocina; era el “marmitón”, como le llaman en el ambiente marino a quien sería el “pinche” en tierra firme.
Toda su formación básica la realizó en el sistema educativo público: la primaria en la histórica Escuela Guadalupe Victoria, y la secundaria en otro plantel emblemático del puerto: la Secundaria Prevocacional 1.
Para el bachillerato sus padres lo inscribieron en el Instituto Cultural Tampico, una preparatoria administrada por jesuitas, que al menos en esa época tenía la fama de formar a sus alumnos -muchos de ellos provenientes de la clase alta, otros logran sus estudios gracias a un sistema de becas- con cierta conciencia social, de tendencias humanistas, rasgos poco comunes en otras escuelas privadas del sur tamaulipeco. Rodolfo ha contado que antes de entrar a la preparatoria quería ser médico.
Pero cerca de terminar el bachillerato, la ruta había cambiado radicalmente, su intención era marcharse a la Ciudad de México para estudiar sociología en la Universidad Nacional Autónoma de México, lo que generó el reclamo de su padre a los sacerdotes a quienes culpaba de haber influido en su decisión.
LA CIUDAD DE MÉXICO
En el Cultural conoció a los hermanos Guillén Vicente: el famoso Rafael (“Marcos”), Mercedes (“Paloma”) y Carlos, con quien incluso vivió en la Ciudad de México cuando ambos llegaron a la capital para continuar sus estudios.
Primero habitaron una casa parroquial de los jesuitas, luego se fueron a un departamento muy cercano a la Universidad. Rodolfo cumplió su cometido: estudió sociología en la Universidad Nacional Autónoma de México.
Se graduó en 1984 y luego hizo la especialidad en Derecho Constitucional y Administrativo. En la UNAM coincidió con personajes como el senador Ricardo Monreal, o con Arturo Alvarado, actual director del Centro de Estudios Sociológicos del Colegio de México.
Su director de Tesis fue el doctor Octavio Rodríguez Araujo, uno de los politólogos más destacados del país. La investigación fue en torno al Partido Demócrata Mexicano, “perfil sociopolítico de un partido conservador”.
A la distancia, Rodolfo recuerda que una de sus principales fuentes de información fue Luis Felipe Calderón, padre del ex presidente, a quien entrevistó todos los días durante casi tres meses en una ofician rodeado de libros.
A la par de sus estudios de posgrado, el tampiqueño ingresó como subdirector del Área de Evaluación de la Contraloría Interna de la Secretaría de la Contraloría General de la Federación. Y en 1987 volvió a Tamaulipas para ocupar la Dirección del Centro de Estudios Municipales del Gobierno del Estado, durante la administración de Américo Villarreal Guerra, con quien ya había colaborado antes en su etapa como senador.
Ahí se preparaban los estudios técnicos para que los ayuntamientos pudieran acceder al presupuesto federal, y durante su paso por la oficina se creó la primer enciclopedia de los 43 municipios del estado.
Al terminar ese encargo, se fue de regreso a la capital del país donde fue subdirector de difusión en la Coordinación general de Comunicación de la Presidencia de la República, que tenía a su cargo Otto Granados Roldán.
Entre 1993 y 1994 fue cónsul adscrito en el Consulado de México en Dallas, Texas. En aquel periodo convulso para el país, fue enviado a Chiapas como asesor de la delegación gubernamental para las negociaciones de paz con la guerrilla. Vueltas que da la vida: del otro lado de la mesa estaba su famoso ex compañero tampiqueño de la preparatoria.
En 1998 Ricardo Monreal, lo nombró representante del gobierno de Zacatecas en la Ciudad de México, encargo que cumplió hasta el 2004.
Tras ese largo periodo en diferentes niveles del Poder Ejecutivo, González Valderrama se metió de llenó en la tarea parlamentaria. Trabajo para las bancadas del PRD, PT y Movimiento Ciudadano en el Senado.
En el 2015 fue nombrado coordinador de Desarrollo Delegacional de la Delegación Cuauhtémoc y luego Director Jurídico y de Gobierno. En abril del 2018 vino un paso en su carrera política que rápidamente llamó la atención en Tamaulipas: el tampiqueño Rodolfo González Valderrama ocuparía la jefatura delegacional que dejaba vacante Ricardo Monreal para irse al Senado.
MORENA EN TAMAULIPAS
La relación política de Rodolfo González Valderrama con el lopezobradorismo data desde el 2005, cuando colaboró para su primer campaña presidencial.
Hizo lo mismo en el 2012, y en el 2015 recibió un encargo especial: ayudar a organizar formalmente a Morena como partido en Tamaulipas de cara a la sucesión gubernamental del año siguiente. Fueron años difíciles, como en casi todo el norte del país al movimiento de López Obrador le costaba conectar con la ciudadanía tamaulipeca.
La incipiente estructura del partido aún era incapaz de competir con la fuerza del PRI y el PAN. Pero como en toda la República, en el 2018 el contexto político se modificó radicalmente. Aquel año, ya con la elección ganada y a unos meses de asumir la Presidencia, López Obrador tuvo una visita a Tampico.
“Está aquí con nosotros, un abogado extraordinario, politólogo con especialidad en Derecho, que es de Tampico, va a estar conmigo trabajando, Rodolfo González”, dijo el entonces presidente electo en la Laguna del Carpintero. En ese momento, el nombre y el rostro de Rodolfo no le decían mucho a los tamaulipecos.
Él mismo ha puesto sobre la mesa el tema de su relación con Tamaulipas: “eso que se ve como una debilidad, desde otro punto de vista, desde otra latitud se vería como una virtud, porque muchas veces la historia ahí está, los políticos muy arraigados luego terminan judicialmente arraigados, están tan arraigados que no pueden gobernar sin esas raíces que los llevaron al poder, y eso hay que cortarlo”.
LA VIDA FAMILIAR
González Valderrama está casado con Silvia Janeth Gómez Urías, y tiene cuatro hijos: Hannia Gabriela de 23 años, que estudió Logística; Luis Enrique de 21 años, que estudia Derecho y trabaja como mesero en un restaurante; Daniela Michel de 18 años, que está empezando la carrera de Medicina; Rodolfo Abisaí de 17 años; y el más joven, Octavio Adolfo de 14 años.
La mayor parte de su familia -su madre, hermanos- viven en Tampico, a donde él vuelve con frecuencia, más ahora que su oficina se encuentra en la entidad. Relata que en sus recorridos por el estado, suele encontrarse con tampiqueños que también han emigrado a otras ciudades, gente del barrio que lo conocieron a él o a sus familiares.
Sus amigos y compañeros de la juventud lo recuerdan como un destacado estudiante. “Rodolfo es culto, conocedor de leyes, de la historia, de los clásicos de la sociología, de la filosofía y de la historia de México”, escribió en algún momento Rogelio Hernández López.
El columnista recuerda que, sin ser periodista, Rodolfo tuvo uno de sus primeros trabajos profesionales como reportero de un semanario que dirigía Arturo Martínez Nateras. Ahí publicó, por ejemplo, un diálogo hipotético entre ex presidentes mexicanos sobre los grandes problemas nacionales que no pudieron resolver.
Hoy, en las entrevistas que suele dar González Valderrama respecto a sus aspiraciones y el proceso político que vive Tamaulipas, también desmenuza la historia reciente del estado y sus rezagos.
Muy pronto sabremos desde qué posición le toca encarar la elección del 2022.