Polémica en la Serie mundial por pelota ‘distinta’
Los jonrones no paraban de desaparecer sobre el muro del Minute Maid Park. Siete cuadrangulares fueron conectados en el quinto partido, para establecer un récord de 22 en una Serie Mundial, y con la posibilidad de dos duelos más por delante. Veinticinco carreras fueron anotadas en un juego que fue abierto por Clayton Kershaw de los Dodgers y Dallas Keuchel de los Astros, ambos ganadores del premio Cy Young.
“La queja principal es que las pelotas parecen algo distintas en la postemporada, incluso de la postemporada a la Serie Mundial”, declaró Justin Verlander, abridor de Astros para el sexto juego de esta noche. “Están un poco escurridizas. No te queda otra que lidiar con ello. Pero no es sólo un pitcher el que ha salido a decir, ‘aquí hay algo diferente’. Creo que es una opinión generalizada”.
Una cifra récord de ocho cuadrangulares fueron conectados en el segundo partido, incluyendo cinco en extra innings. Y los siete jonrones del quinto juego hubieran empatado el récord previo. La victoria 13-12 de los Astros, consumada en 10 innings el domingo, fue el segundo juego con más carreras en la historia del Clásico de Otoño.
Esto fue lo que Keuchel dijo tras el segundo partido: “Es obvio que las pelotas tienen algo”.
Kershaw descartó algún cambio, pese a que acababa de permitir su octavo jonrón de esta postemporada, un récord personal.
“No presto atención a ello”, dijo el as zurdo. “Sólo asumo que los dos equipos lidian con ello, así que no me preocupa”.
Las conjeturas de que algo ha cambiado incluyen un estudio que asegura que encontró diferencias en el tamaño y dimensión de las costuras de las pelotas desde el receso por el Juego de Estrellas de 2015.
Sé que se habla bastante de diversos tamaños y que algunas de las pelotas son un poco más grandes o un poco más chicas. Algunas de las costuras son más altas, otras más abajo. Pero no hay consistencia”, dijo Rich Hill, quien abrirá el sexto partido por los Dodgers.
El comisionado Rob Manfred insiste que no hay nada.
“Estoy plenamente confiado de que las pelotas que estamos usando cumplen con las especificaciones”, dijo Manfred.
Verlander rechazó esa afirmación.
“Sé que el señor Manfred dice que las pelotas son las mismas, pero creo que hay suficiente información disponible que indica que eso no es cierto”, señaló.
Verlander tampoco cree que sea algo que tenga que ver con la forma cómo las pelotas son frotadas antes de los juegos.
“Sé que el beisbol usa el mismo barro para cada pelota en cada juego que se disputa”, dijo. “Creo que hay algo más profundo que no estamos tomando en cuenta”.
La producción ofensiva empezó a repuntar durante la segunda parte de la temporada, y un récord de 6,105 jonrones fueron conectados este año, un 2,4 por ciento más que la previa marca de 5,963 fijada en 200.
“Es bastante claro”, dijo Verlander. “Creo que nuestro comisionado señaló públicamente que quería más ofensiva en el beisbol. Y estoy bastante seguro que no estoy inventando declaraciones cuando lo digo”.
Brent Strom (Houston) y Rick Honeycutt (Dodgers), los coaches de pitcheo de la Serie Mundial, mencionaron a la revista Sports Illustrated que la condición escurridiza de las bolas hace más difícil para lanzar los sliders.
“Los pitchers hablan de que la sienten de forma distinta. El elemento es lo resbaladizo y pitchers en diferentes estadios la frotan en forma diferente”, dijo Dave Roberts, manager de Dodgers. “A mí me parece que es la misma. Pero no se puede argumentar frente a los números. Hay más velocidad. Los bateadores hacen contacto más fuerte”, agregó el piloto.