Mezclan arte y ciencia para MARCO
Una exposición que nos hace reflexionar sobre la creación del cosmos y la importancia del equilibrio de la vida en nuestro planeta es “Ciento sesenta y tres mil años luz” que recientemente se abrió en el Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey.
Se trata de la primera gran muestra que se dedica en Latinoamérica al argentino Tomás Saraceno, quien desde un enfoque artístico hace planteamientos que tienen que ver con distintas ramas de la ciencia.
Gonzalo Ortega, curador de la exposición, comentó que es un tipo de exposición inédita para MARCO debido a sus requerimientos técnicos y museografía poco ortodoxa.
Saraceno crea entornos casi mágicos con la ayuda de especialistas de distintas disciplinas para hacer referencia a la naturaleza del cosmos, la biología molecular y las leyes de física.
En la primera parte de la exposición los ambientes son completamente oscuros, para dar paso a cajas de cristal donde distintas especies de arañas han tejido sus telas, mismas que son iluminadas por reflectores.
De esa forma los espectadores pueden observar con detalle la belleza de las estructuras hechas por estos insectos.
El artista comentó que de esa forma pretende hacer una analogía de cómo se originó el universo en base a una estructura tridimensional. Eso le ha servido para entender mejor la geometría del cosmos.
El equipo que ha trabajado con Saraceno también ha efectuado un escaneo muy preciso de las telarañas y logrado captar las vibraciones de los hilos, mismos que son traducidos en sonidos por medio de tecnología de punta.
El trabajo de este artista ha servido para ilustrar la relación de codependencia que existe en nuestro planeta, es decir, cualquier incidente aislado tiene consecuencias en la totalidad.
Saraceno tomó la llamada “teoría de las membranas”, una investigación en ciernes que involucra estudios sobre la gravedad en entornos multidimensionales para explicar las fuerzas esenciales de la naturaleza.
La exposición también incluye experimentaciones que han hecho con globos inflados a base de aire calentado con la luz solar, mismos que pueden elevarse y viajar a gran velocidad, lo que representa una opción para transporte no contaminante.
Esta exposición permanecerá abierta al público hasta el próximo 26 de noviembre