Columnas

Los enemigos de Cabeza de Vaca…

Las batallas por Reynosa y Matamoros, las perdió el PAN al momento de nominar como candidatas –respectivamente- a Maky Ortiz y a Verónica Salazar. Las distinguidas damas, no sólo iniciaron con baja potencia sus jornadas electorales; también, ambas, arrastran severos problemas de salud.

¿Quién diablos, construyó esos proyectos que de antemano se sabía iban a irse a pique?..

¿Quién fue el perverso, que las puso en esa ruta de martirio y de congoja?..

La candidata reynosense, sufre desde hace años de un agresivo cáncer de mama. Eso la postró por años. Sólo su férrea voluntad, la sacó a flote y la hizo remontar la dolorosísima secuela de ese mal.

La delicada salud de Maky, se agravó hace unos meses: la atacó una embolia.

La valiente dama, superó ese otro golpe. Sus secuelas, no han desaparecido: tiene problemas para articular palabra y de repente pierde el sentido de las ideas que trata de exponer.
(Eso explica, por qué el PAN reynosense, saca la vuelta a los debates en Reynosa. A su candidata se le pierden las ideas en sus discursos. Y más cuando está sujeta a presión).

Viene de ganar dos elecciones de mayoría.Es cierto.

Sólo que el escenario sobre el cual transita en estos comicios no es el mismo que la llevó a aplastar a los candidatos del PRI: su primer y segundo triunfo que la llevaron al Congreso de la Unión y al Senado, fue el efecto dominó de un panismo en ascenso que arrasó en Tamaulipas.

En la campaña contra Ernesto Robinson, se ve agotada, sin el ánimo de una candidata que tiene la vista puesta en el triunfo. Los mismos miembros de sus planilla, ven con pesimismo los resultados del 5 de junio.

Robinson, un joven –podría hablarse de la renovación de las elites priistas en la ciudad- que viene con el impulso de triunfos en sus dos recientes contiendas electorales, se ve inagotable en comparación con el cansino paso de Maky en la poligonal en disputa.

(Los días de 38 grados a la sombra, son fatales para la doctora Ortiz).

Maky, está intentando denodadamente de llevar votos a su propio proyecto.

Es poco viable, que aporte con todas esas patologías sobre su espalda votos a su candidato a gobernador.

Verónica Salazar, es un caso –con sus variantes- similar al de la aspirante reynosense. Con la oposición de su hermana la alcaldesa –Lety Salazar- y de su padre –Ramiro Salazar- sacó la candidatura con el apoyo de Francisco García Cabeza de Vaca que ejecutó una maniobra para debilitar a la alcaldesa matamorense.
Vero –como le llaman sus amigos-, adolece de un cáncer que le tiene el rostro lastimado. Muy lastimado. Por años, ha llevado con dignidad y decoro ese corolario de su aflicción.

El impacto de esa dolencia, ha sido demoledor: le dificulta el habla.

Es una chica, optimista y trabajadora. Tiene un arrastre social impresionante. Como sorprendente, es el desdén de su hermana la alcaldesa por su campaña. Lety, se ha dejado ver acompañando a los candidatos a diputados panistas, pero no a su fraterna.

Existen mil especulaciones ante esa conducta.

Lo cierto es que la candidata Salazar, hace fenomenales esfuerzos por suceder a Lety en la alcaldía.

Cuenta con apoyo popular. Los observadores locales, afirman que no es suficiente para ganar cuando la estructura de movilización del PRI está operando sin contrapesos. Un PAN dividido y una candidata quebrantada, pone a Chuchín Garza del Guante en la vía del éxito.

¿Le llevará votos Vero a Cabeza de Vaca?..

Claro que sí, aunque no con la amplitud que podría haber aportado un candidato (a) de la alcaldesa.
Pareciera que ambas candidatas, fueron postuladas por enemigos de Cabeza de Vaca…