Los charlatanes y las charlatanas de la política…
Muy pocos Ayuntamientos tamaulipecos, iniciaron con acierto sus responsabilidades. Su inexperiencia -los está llevando a la exclusión y a caminar a puro tumbo-, ya está preocupando a las sociedades que gobiernan. Sólo dos administraciones municipales azules, están mostrando habilidades y destrezas en sus acciones de gobierno: la de Nuevo Laredo y la de Ciudad Madero.
Y del PRI –que sacó todo su afilado colmillazo para gobernar con tino tras la derrota del 5 de junio, en la búsqueda de su reinvención- sólo Matamoros, Río Bravo y Victoria la libran.
La administración nuevolaredense lidereada por Enrique Rivas, inició con banderas desplegadas por el apuntalamiento de cuadros administrativos probados en el trienio anterior que encabezó Carlos Enrique Cantú Rosas. Eso valió, para que la transición fuera tersa y sin aspavientos.
En Ciudad Madero, el empresario Andrés Zorrilla dio muestras de destrezas política y administrativa, al tomar posición sobre los problemas de contaminación de PEMEX por décadas tolerados por administración municipales petroleras o filo petroleras. Eso y la ausencia de quejas por la herencia del gobierno maderense anterior, ha hecho crecer su liderazgo en todo el sur de Tamaulipas.
Los priistas, ante lo adverso del escenario que enfrentan se han aplicado en serio. Chuchín Garza del Guante, es otro alcalde que no tiene la vista puesta en el pasado para justificar la falta de recursos o de la recepción de un equipamiento deteriorado. Está en lo suyo. Y para ello, cuenta con una cantera de cuadros administrativos de gran experiencia.
El alcalde de Río Bravo, Diego Guajardo exhibió lo que le han enseñado los años de gobierno. Tiene contra la pared a la administración cabecista con el amparo que disputa la COMAPA para el Ayuntamiento y mostró plausible actitud de trabajar en las colonias y comunidades rurales apartadas de la cabecera municipal.
En la capital, Oscar Almaraz es un alcalde que sabe, como pocos, el manejo de los resortes para obtener fondos en dependencias federales. Su papel en áreas administrativas de alto nivel, lo capacitaron para la gestión de fondos con la apertura de puertas de sus amigos los diputados y senadores priistas.
Los restantes jefes edilicios dan pena.
El quejido permanente de que los dejaron sin recursos, ya es considerado como una justificación para su incapacidad de liderazgo.
Doña Maky Ortiz, alcaldesa de Reynosa, Tamaulipas, es una muestra de que la ineficiencia y la torpeza administrativa, son hermanas de la corrupción.
Sin en menor sentido social, incrementó en 150 por ciento los cobros a gente vulnerable en instituciones de salud públicas. Sin el menor sentido común –ya no talento- se maneja en el Cabildo incurriendo cada día en graves errores en el orden procesal de su papel y sus obligaciones como Presidenta.
(Uno de los baluartes del Ayuntamiento, el síndico Alfredo Castro Olguín, no asistió a la reunión de Cabildo…porque no lo invitaron!!).
No se necesitan 100 días para evaluar.
A estas alturas, el ciudadano ya evaluó.
Está afilando su credencial de elector, para cercenar los sueños de reelección de tanto charlatán -y charlatana- de la política en Tamaulipas…