Columnas

Lo único serio en este país

Por: José Ángel Solorio Martínez

Muchas de las campañas de los candidatos a gobernador, alcaldes y diputados, se han degradado con la incorporación de personajes del más vulgar showbissnes. Se han pervertido, no porque esos sujetos del espectáculo sumen elementos cuestionantes a las contiendas. Más bien, es porque los candidatos han decidido utilizar esos recursos como herramientas fundamentales de su promoción y no como instrumentos de mera animación.

En otras palabras: múltiples candidatos traen como única propuesta programática la voz de personajes del más sórdido y grotesco mundo de la farándula.

El Partido de la Revolución Democrática, (PRD) fue más allá: sacó de la pantalla chica a una chica –Shira- que con sus cinco días de fama ofrecida por un abominable programa televisivo, para postularla a la presidencia municipal de Ciudad Victoria.
¿

Aportará algo a la democracia este tipo de engendros electorales?..
¿Entregará un ejemplar legado para los ciudadanos que realmente aspiran a perfeccionar los sistemas políticos y sus instituciones?..

¿Formarán positiva y cívicamente, a aquellos jóvenes que van a estrenar su credencial para votar este 5 de junio?..
Otro caso –casi clínico-, es el de Eduardo Gattás, candidato del PRI por un distrito de la capital del estado. Contrató a un personaje –supongo que es su trabajo, y si se le contrata despliega sus servicios, lo que es totalmente legítimo y válido- que con un discurso un tanto ramplón y agresivo –sobre todo porque se da en un entorno de discusión política y de participación electoral para llegar al Congreso del estado- llama a apoyar al candidato tricolor.

(Ya el colega Oscar Jiménez –El Francotirador-, ha hecho una formidable crónica de ese acontecimiento).
Por asuntos de percepción política –y no de santurrona moral-, seguramente el ciudadano recordará por mucho tiempo esa forma de hacer campaña de Gattás. A contrapelo, la oferta del priista pasará a un segundo o tercer plano. Al aspirante a diputado victorense, seguramente le son indiferentes los perniciosos pájaros de mal agüero que ha desatado al romper la caja de calamidades.

A quienes seguramente no les cae en gracia son a Baltazar Hinojosa Ochoa –candidato a gobernador tricolor- y a Oscar Almaraz Smer –aspirante a alcalde de Ciudad Victoria- porque la frivolización del trabajo político en nada abona al esfuerzo que despliegan para obtener triunfos inobjetables.

El candidato del PAN a la alcaldía capitalina, Arturo Soto, también ha caído en la debilidad de recurrir a personalidades del showbissnes para ganar adeptos. De igual forma que Gattás, el panista contrató a dos contadores de chistes para sumar voluntades.

Metido de candidato con calzador, Soto, no atina a dar orientación a su campaña. Sin el panismo tradicional que lo arrope –se replegó porque llegó con el aval absoluto del CEN azul, dejando con un palmo de narices a militantes victorenses con mayores méritos-, navega en el proceloso mar de la política victorense como dice la canción “sin timón, y sin amarras”.

Los candidatos independientes, no se quedan atrás en el trabajo de demoler contiendas electorales aceptables. En Nuevo Laredo, Ramón Darío Cantú Deándar, recorre la ciudad pidiendo el voto a los ciudadanos en una cuatrimoto acompañado de tres luchadores enmascarados.

¿Qué propone el muchacho?..
Nadie lo sabe.
Desde hace tiempo, el escepticismo popular acuñó una sentencia:
-Lo único serio en el país, es la lucha libre…
Quedó atrás.
Se está configurando otro apotegma ciudadano, más acorde:
“Lo único serio en este país, son las campañas electorales…”