Columnas

Lista preliminar…

La carrera por la candidatura a la gubernatura en las filas del poderoso MORENA, inició con la salida en punta del Senador, Américo Villarreal Anaya. Cayó en blandito. Buena parte de la estructura que lo arropará por su posición en las Comisiones del Senado de la república –la de Salud Alimentaria-, operó junto al ingeniero Américo Villarreal Guerra a su paso –fue Subsecretario- por la Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos (Entonces SARH).

Tanto Víctor Villalobos, -virtual Secretario de la SAGARPA- como el poderoso Subsecretario, Víctor Suarez Correa, colaboraron al lado del padre del Senador en tareas de irrigación y de modernización de las redes de producción agropecuarias del país.

El paso de Villarreal Guerra por la gubernatura de Tamaulipas, quizá fue un elemento que contribuyó a dejar de soslayo la admirable capacidad técnica del victorense en asuntos del manejo de los recursos hídricos para la producción agrícola y ganadera. Como también su visión de experto en Hidráulica en el trazo y operación del acueducto a Ciudad Victoria que mucho a contribuido al desarrollo de la capital.

Se han externado muchas críticas a la forma de gobernar de Villarreal Guerra.

Con y sin razones.

Nunca, se ha escuchado una sola censura a sus saberes de ingeniero civil.

Y mucho menos, se ha oído a detractor alguno reprobar la sapiencia en la cosa hidráulica del ex gobernador.

Villarreal Anaya, ante su incorporación a la Comisión de Salud Alimentaria, ha tenido varias reuniones de trabajo con los Ministros del Gabinete agropecuario. Esas jornadas, iniciaron la vinculación del Senador tamaulipeco con los antiguos compañeros de trabajo de su padre.

Los escépticos dirán –con mucho filo-:

¿Y eso, en qué influye en la vida política del cardiólogo de MORENA?..

En algo muy relevante para la sociedad rural tamaulipeca, en lo particular: tendrá un interlocutor viable y directo con los responsables de trazar las políticas del gobierno federal hacia los campos mexicano y tamaulipeco. Esta variable en el escenario regional amaciza a Villarreal Anaya en su proyecto político.

Algo adicional: todo eso, abre la puerta a la incorporación del doctor Américo a la alta burocracia del gobierno de la república y de MORENA. O sea: su adhesión, por la vía del fast track a la Nomenklatura.

Más claro: alguien le dio la llave, para posicionarse aún más allá y acá.

Aprovechar esa coyuntura, es asunto del Senador y de su equipo.

Algún factor, lo ubicó en donde hay expectativas reales de crecimiento.

¿Y José Ramón Gómez Leal?..

El joven maravilla reynosense –muy similar a Ricardo Anaya-, todavía no empieza a trabajar y ya trae una larga cola que ya comenzaron a darle pisotones. Falta que inicie el largo y penoso proceso de aprendizaje de la política de Ligas Mayores. Un asunto es diputar regidurías, diputaciones locales o alcaldías y otro caso es pelear gubernaturas.

Su equipo, de estatura y arrestos como para ganar regidurías y diputaciones locales, no se percibe con talento como para sacar el gato a retozar ante la monumental tarea –coordinador del gobierno de AMLO en Tamaulipas- que le vendió el diputado Renato Molina.

En este contexto, refuerzan sus presencias en MORENA a nivel regional los alcaldes de Matamoros y de Madero. El del puerto fronterizo, por sus importancias demográfica y geográfica; la urbe del golfo, por su rol como ciudad petrolera.

Mario López y Adrián Oseguera, alcaldes del puerto fronterizo y de la ubre petrolera –respectivamente- tienen credenciales como para que MORENA los anote entre la lista de precandidatos a la gubernatura: triunfaron como Américo Villarreal Anaya, en las urnas.

Debilidad que persigue a JR: nunca ha triunfado en una elección con ánforas.

Vayan sacando sus fichas –políticas-, los apostadores.

Bajo el conocido precepto: el que apuesta mucho, gana mucho…

…el que apuesta poco, gana poco.