Columnas

La cuchillada trapera…

Paradójicamente, los verdaderos enemigos del candidato panista a la gubernatura de Tamaulipas, no son los priistas en estricto sentido. Los tricolores son adversarios y están en su papel de demoler cualquier posibilidad de que el ex alcalde reynosense, se convierta en jefe del Poder ejecutivo en la entidad.Y hasta ahí.

Los más encarnizados enemigos, del aspirante azul están –aunque no lo parezca- entre sus propias filas.
¿Es esa una invención?..
¿Es ese, un cuento para vulnerar las posibilidades del aspirante azul a gobernador?..
Piénsese lo que se quiera.
En cualquier, circunstancia flotará la interrogante:
¿Por qué los alcaldes de Matamoros y de Nuevo Laredo, tomaron distancia del candidato panista?..

Responder que es fruto de la mezquindad política de Lety Salazar y Carlos Cantú Rosas, es una idea incompleta. Existen en el fondo, razones más racionales y de mayor lógica política. Tanto la alcaldesa matamorense como el alcalde nuevolaredense, tienen el ojo puesto en el 2018.

Y no tanto, en la Presidencia de la república.

Ambos, son los candidatos naturales para ocupar la fórmula panista más contundente para las senadurías tamaulipecas de mayoría. Salazar, por su condición de mujer –la equidad es una lotería formidable para las damas- se podría dar por amarrada y Cantú Rosas, con el enorme potencial y capital políticos que ha acopiado al frente de la alcaldía, es sin objeciones el cuadro azul más vigoroso en la región.

Ese escenario panista, sería sólo si el PAN perdiera la gubernatura.

Si ganara el gobierno estatal, el paisaje se oscurecería para el presidente municipal de Nuevo Laredo y se ensombrecería para la alcaldesa de Matamoros.

En un escenario de gobierno panista, el 2018 desaparecerían de las boletas los nombres de los enemigos de Francisco García Cabeza de Vaca. Sin duda, iría encabezando la fórmula de las senadurías su hermano Ismael García Cabeza de Vaca quien sería acompañado por Omehira López por el mandato de la equidad de género.

Ese es, el origen de la rabiosa oposición de los alcaldes panistas contra Cabeza de Vaca.

Para este dueto, es fundamental la derrota del candidato panista.
En Nuevo Laredo ni un solo clip, ha salido de los bolsillos del grupo de Cantú Rosas para la campaña del candidato a gobernador azul. (En cambio para el candidato a la alcaldía Enrique Rivas Cuéllar, los recursos salen a pasto).

Y en Matamoros, bajo la justificación de que es servidora púbica la alcaldesa ha hecho mutis a las visitas de Cabeza de Vaca y ha ignorado la campaña de su hermana Verónica que quiere sucederla en el cargo.

La pugna intestina panista, ha trastocado el teatro tamaulipeco de guerra electoral. Con esos dos valladares, el candidato a gobernador panista, apenas tiene capacidad de maniobra. Tal actitud de los alcaldes, ha expulsado al ex alcalde reynosense de esos territorios. (Por supuesto que en esos municipios, la campaña de Cabeza de Vaca es intensa.

Pero la explosividad que se esperaba de sus eventos, no llenó los pronósticos optimistas de sus mariscales de campaña. Ello aclara el por qué, ha dirigido su atención a los municipios demográficamente más pequeños).

Para Cantú Rosas, no existe la campaña estatal. Ha centrado su interés, en la diputa del Ayuntamiento.

Para Lety Salazar, son inexistentes las campañas de Verónica y la de Cabeza de Vaca. Ocupa su tiempo, en trazar la estrategia para llegar sólida y maciza al 2018.

Ni las visitas de los santones panistas del CEN, han podido conciliar los diferendos.

No es un choque programático, ni mucho menos ideológico.
Es la cruda pugna por el poder.

Incómoda postura de Cabeza de Vaca. Está rodeado de enemigos. Al interior y al exterior del PAN.

Dura prueba para el reynosense.

Cuidarse del descontón de frente –como en el debate- de sus opositores, y estar atento a la cuchillada trapera de sus amigos…