Columnas

LA BOA DE LA 4T

Los partidos políticos se crearon para alcanzar el poder. Esa es su razón de ser. el motivo de su existencia.

Una vez que llegan al poder, tratarán de mantenerlo el mayor tiempo posible.
Así es la lógica de los partidos políticos y de sus liderazgos, al fin reflejo de la condición humana.

Cuando Andrés Manuel López Obrador anuncia en su ya clásica ‘Mañanera’ la ‘conspiración’ de un supuesto Bloque Opositor Amplio (BOA) no es otra cosa que parte de su estrategia política rumbo a la crucial elección de 2021, en la que, obviamente, no quiere perder la mayoría de la Cámara de Diputados, a fin de que su proyecto de nación se concrete en su sexenio.

No fue ninguna casualidad que la ‘aparición’ de la BOA se registró precisamente a un año del proceso electoral donde se renovará el Congreso de San Lázaro y se disputarán 15 gubernaturas (casi la mitad del país).

En otras palabras, el presidente de la república ya declaró la guerra electoral a sus opositores, a los que, como es su costumbre, los incluye a todos en un solo concepto (La Mafia del Poder, Los Conservadores), con el claro objetivo de ‘venderlos’ como ‘los malos’ de la película que se escenificará el 6 de junio de 2021.

Si bien es notorio que existe, por ejemplo, un grupo de gobernadores ‘rebeldes’ en franco intercambio de golpes contra la Federación, hasta el momento no han llegado a conformar un Bloque Opositor, ya que, como suele suceder, cada quien trae su propio juego hacia el futuro.

En las Cámaras, la oposición ha logrado conformar un Bloque en ciertas ocasiones, algo común en la política donde las alianzas se construyen de acuerdo a las circunstancias, las iniciativas y, a veces (las menos), la ideología.

Fiel a su estilo bravucón, AMLO también inscribió en la BOA a los consejeros del Instituto Nacional Electoral (INE). Es decir, si el lopezobradorismo pierde la elección del 2021, culpará al árbitro de la elección. Denunciará un complot.

Eso será un hecho.

El problema es que no es lo mismo denunciar un ‘complot’ o un ‘robo electoral’ desde la oposición, que desde Palacio Nacional. Existe una enorme diferencia.

La presidencia de la república, todos lo saben, detenta un enorme poder.

Pero, sobre aviso, no hay engaño: AMLO ya planteó cómo va a jugar la elección del próximo año y está claro que no quiere perder posiciones, menos ceder la Cámara de Diputados.

Por supuesto, va a querer ganar la mayor cantidad de gubernaturas (el PAN va a defender las suyas a toda costa, el PRI quién sabe. Y MC va por una meta; Nuevo León).

Así será el juego político desde Palacio Nacional: duro y rudo, golpeador, marrullero, de meter presión (desde el SAT o la UIF, por ejemplo) en todo momento. Dará patadas y repartirá ‘calambres’.

Andrés Manuel López Obrador transitó una larga ruta para llegar al poder. En esa trayectoria también sufrió los ‘golpes bajos’ y las marrullerías de quienes tuvieron el poder en su momento (Salinas, Fox, Calderón, Peña Nieto). Ahora, con la presidencia en sus manos, hará lo mismo, eso sí, a su estilo, muchas veces rupestre, cien por ciento de Macuspana.

Por supuesto, los adversarios no están mancos. Hay gobernadores que quieren crecer en el contexto nacional y están haciendo su juego, moviendo sus piezas en el tablero de ajedrez electoral.

Además, existen empresarios con muchos millones dispuestos a invertir en desterrar un proyecto de nación anclado en el pasado, en el siglo 19 y en el periodo cardenista.

La BOA, al fin invento de la 4T para construir la idea maniquea de una lucha entre ‘buenos’ y ‘malos’, no se constituirá como tal, pero los partidos políticos de oposición (principalmente Acción Nacional y Movimiento Ciudadano), junto con un sector de la iniciativa privada, se lanzarán con todo al ruedo electoral para ganar la mayoría de la Cámara de Diputados y descarrilar las iniciativas de Andrés Manuel López Obrador.

La guerra electoral por el 2021 ya comenzó. AMLO ya hizo su declaratoria. La oposición, seguramente, ya se organiza para emprender la batalla. En 12 meses más, el país arderá a nivel político.

CHUCHO NADER ARRANCA PAVIMENTACIÓN

El presidente municipal de Tampico, Jesús Nader Nasrallah, dio ayer el tradicional ‘banderazo’ para la pavimentación a base de concreto hidráulico de la calle Narciso Mendoza, en la popular colonia Morelos.

Con una inversión de un millón y medio de pesos, la obra incluirá la construcción de guarniciones y banquetas, así como la instalación de lámparas y la reposición de las redes de agua potable y alcantarillado. Todo va en paquete.

Una de las prioridades de la administración municipal que preside Chucho Nader es la obra pública de calidad, con el objetivo de beneficiar a las familias tampiqueñas.