Intriga confirmar la redención de Cabeza de Vaca
Francisco García Cabeza de Vaca no asistió a la ceremonia del registro de la planilla única para el relevo de la directiva estatal del PAN, pero sí estuvo en la asamblea estatal que la convalidó, declarándola ganadora. Allí pronunció el Gobernador electo un mensaje que provocó enorme desconcierto.
Consumada la virtual elección del Kiko Elizondo Salazar e Ismael García Cabeza de Vaca como los nuevos dirigentes del partido albi-azul, el Gobernador electo dijo en los micrófonos, dirigiéndose a los consejeros e invitados, que va con todo para romper las viejas estructuras del gobierno ineficiente y corrupto del PRI, pero que le asalta el temor de no poder cumplirle a los tamaulipecos que lo encumbraron con su voto.
No hay malas interpretaciones ni expresiones sacadas de contexto. Lo que Cabeza de Vaca quiso decir, y lo dejó muy claro, es que él será el Gobernador de la gente, el que no le saque la vuelta a los asuntos espinosos, el que no aceptará que lo envuelvan en una burbuja con el pretexto de su protección y lo alejen del pueblo.
Nada de besa-manos, aduladores profesionales, culto a la personalidad ni tolerancia a la corrupción ni la impunidad. “Las cosas serán diferentes”, prometió el panista nativo de Reynosa.
El Gobernador electo mostró una faceta de humildad que no había usado en su carrera política, sobre todo cuando se declaró temeroso de no poderle cumplir a los tamaulipecos (las expectativas de cambios reales), y de no estar a la altura de la responsabilidad que asumirá el 1 de octubre.
Fue reiterativo en la denuncia de los malos gobiernos priístas y su responsabilidad en la postración que se vive en todos los órdenes de la vida social y política, especialmente en el área de seguridad pública.
(Entonces ¿para qué asistir a la reunión del Grupo de Coordinación Tamaulipas, con Torre a un lado?)
Este es un implícito desmentido a las versiones sotto voce de que existe un trato, convenio, acuerdo, pacto, alianza o compromiso, de proteger al Gobernador saliente y aplicar una política de borrón y cuenta nueva, para no escarbar las cuentas mochas ni reclamarle por las culpas cometidas en su desempeño sexenal.
Es muy pronto para pedírselo, pero la sociedad emplazará en un tiempo perentorio al licenciado Cabeza de Vaca, a comparecer mediante una conferencia de prensa o un mensaje de resonancia estatal, donde explique con claridad meridiana la situación que guarda el Estado de Tamaulipas al momento en que asuma el cargo sexenal.
Especialmente en materia de pesos y centavos, para conocer la situación económica imperante, deuda heredada, reservas en cajas, todo lo que tenga que ver con el manejo de recursos, un tema de suyo opaco con los gobiernos del PRI.
También necesitamos conocer los ciudadanos, si el nuevo gobierno seguirá firmando los convenios de colaboración con el gobierno federal, para pagar sueldos, hospedajes, vehículos, combustibles, municiones, a soldados, marinos y policías federales, a pesar de que los índices criminales no han disminuido, sino al revés.
Se han desembolsado miles de millones de pesos para pagar esos compromisos, en detrimento de la obra pública, y sin embargo, la narco-violencia sigue cobrando vidas inocentes.
Tiene razón Cabeza de Vaca en reconocer y atender esos temores, porque cuando rinda protesta ya no tendrá días tranquilos. Se desatarán todas juntas, sus peores pesadillas, especialmente tratándose de la inseguridad pública y su promesa de ponerle fin.
Por lo demás, la nueva directiva estatal del PAN significa un paso adelante respecto del PRI, que sigue esperando respiración de boca a boca desde la Ciudad de México, pues aquí no hay capacidad de reacción.
Salvo las románticas jornadas democratizadoras de Mauricio Cerda Galán, Heriberto Ruiz Tijerina, Eliseo Castillo Tejeda y otro puñado de emprendedores priístas que quieren sacar de su letargo a los próceres y la militancia, sin conseguirlo, el alto mando permanece insensible, ajeno al desgarramiento interno, esperando la mano salvadora de Enrique Ochoa Reza.
Pero el presidente nacional del partido tricolor no tiene prisa por llegar al rescate de los restos del naufragio tamaulipeco, más entretenido como está, en encabezar el movimiento nacional de la defensa de la imagen presidencial.
Y el señor Peña Nieto, empecinado en seguir escarbando la sepultura de su partido para que esté terminada en 2018; mediante el clásico sabadazo, se informó de otro encarecimiento en gasolina, diésel y electricidad.
En Tamaulipas tampoco se componen las cosas para el PRI-gobierno, pues los episodios de violencia se recrudecen. El sábado hubo un ataque armado contra un negocio de tatuajes en el centro de Ciudad Victoria, con el saldo de tres personas heridas, y el domingo, manos misteriosas prendieron fuego a dos modestos establecimientos de venta de comida, a unos metros de la sede estatal del partido tricolor.
En la frontera, no se diga, la violencia se repite en todas sus formas.
En Ciudad Victoria, la marcha de cientos de personas residentes de Tula, obligaron al gobierno del Estado a iniciar un apresurado procedimiento penal contra once policías que atacaron a balazos en esa ciudad, a cinco jóvenes que paseaban en un vehículo, causando la muerte a uno de ellos.
Como es usual en estos casos, los “servidores públicos” mintieron al inventar una agresión que ellos repelieron. La enérgica respuesta ciudadana hizo mover los oxidados mecanismos de la justicia y dos de los policías asesinos están procesados, otros dos permanecen cautivos y el resto, vinculados a los delitos configurados.
En Reynosa, la hábil defensa de un abogado permitió que una señora recobrara la libertad pues la acusaron de chocar con su vehículo a una patrulla de la policía estatal, donde resultó muerto uno de los agentes.
Todos sabemos porque lo hemos padecido, que soldados, marinos, policías federales y policías estatales, manejan como locos, disparan a lo loco y no respetan la presencia de inocentes en escenarios de violencia. Se pasan semáforos en luz roja, conducen en sentido contrario, con las luces apagadas, chocan a particulares y huyen, y cuando no consiguen hacerlo, hacen manipular los peritajes de tránsito para aparecer como la parte ofendida.
Está bien que están aquí para cumplir una importante función social, de servir y proteger, pero nadie les ha dicho a estos gorilas, que no tienen permiso para matar.
¿Y la Comisión Estatal de Derechos Humanos?, papando moscas y cobrando sueldos altísimos.
Este día cumple años otro prócer inefable de nombre Manlio Fabio Beltrones, ex todo y posible salvador de México. También es aniversario natalicio de los periodistas Martín Sifuentes Martínez, y José Luis Morales Ibarra.
Sarita González Fernández, diputada local, tuvo fiesta por el mismo motivo, el domingo. Suple en el Congreso local a Juan Diego Guajardo Anzaldúa y seguramente tendrá un cargo importante en el nuevo gobierno municipal de Rio Bravo, donde Juan Diego repetirá como jefe del Cabildo.