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En Tamaulipas preocupa la obesidad en menores de cinco años‏

El sobrepeso y la obesidad infantil son uno de los problemas de salud pública más graves en México, porque afecta a 9.7 por ciento de la población menor de cinco años, sin embargo, en los estados de la zona norte del país entre ellos Tamaulipas preocupa aún más.

La investigadora del Instituto Nacional de Medicina Genómica (Inmegen), Berenice Palacios González, dijo que esta preocupación es porque el principal aumento de la prevalencia combinada de sobrepeso y obesidad, está en la región norte, con 12 por ciento en niños preescolares.

Mientras que, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2012, en el centro del país hay 9.9 por ciento de los casos, seguido por la zona sur, con 9.6 por ciento, y la Ciudad de México, con 6.9 por ciento.

En el norte de México, indicó, el aumento de casos obedece en gran parte al estilo de vida de los menores de esa localidad –Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas–, la cual colinda con el país vecino y, por ello, el tipo de alimentación ha sufrido cambios.

La especialista en nutrición expuso que los pequeños de dichos estados consumen una gran cantidad de alimentos procesados y ricos en energía, un problema que tiende a complicarse más con la falta de actividad física.

Reiteró que lo anterior es reflejo del incremento del sobrepeso y obesidad, una condición que se caracteriza por una acumulación excesiva de tejido adiposo (grasa) y es un factor de riesgo para padecer diabetes tipo 2, hipertensión arterial, dislipedemia, enfermedades cardiovasculares, cáncer, osteoartritis y otras más en la etapa adulta.

“El riesgo de contraer algunas de esas enfermedades no transmisibles crece con el aumento del Índice de Masa Corporal y, sin duda, las cifras de obesidad incrementarán conforme ellos cumplan años y se vuelvan adolescentes y adultos”, expresó en entrevista con Notimex.

Entre los factores ambientales, mencionó, la urbanización también juega hoy en día un papel crucial, pues la falta de espacios, los largos trayectos en el trasporte público y la contaminación, por ejemplo, impiden realizar alguna actividad deportiva.

Otro grave problema es la desnutrición. Aunque esta escasez de alimento o de una dieta inadecuada ha disminuido, indicó Palacios González, es todavía un “piedrita en el zapato” que incomoda porque tiene muchas similitudes con el desarrollo de sobrepeso y obesidad en los pequeños.

Incluso, de manera paradójica, se ha observado que los niños que están desnutridos en sus primeros dos años de vida, tendrán seis veces más probabilidad de ser obesos más adelante.

La investigadora en Ciencias Médicas puntualizó que la obesidad es poligénica porque es causada por alteraciones en varios genes y ésta representa la forma más frecuente de la patología. “De hecho, del 40 al 70 por ciento de la variabilidad del Índice de Masa Corporal (IMC) es por la genética”, resaltó.

En ese tenor, la experta aseveró que la obesidad es hereditaria y añadió que si un niño sufre esta enfermedad, desde los seis meses hasta los sietes años, el riesgo de ser obeso aumenta 70 por ciento y, de continuar con esa tendencia en la edad escolar, tiene 40 por ciento de probabilidad de seguir con el problema de peso.

De acuerdo con la Secretaría de Salud, en 2008 la obesidad representó un gasto de 42 mil millones de pesos, lo que corresponde al 1.3 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) y el 13 por ciento del gasto público en salud.

La también investigadora asociada de la Unidad de Vinculación Científica de la Facultad de Medicina de la UNAM acotó que si bien el problema económico perjudica también a las empresas por la ausencia laboral de los pacientes, los pequeños recaen en el ausentismo escolar por la obesidad y sus comorbilidades.

Empero, aseguró, el aprendizaje de un menor obeso tiende a disminuir por las consecuencias de apnea, otro padecimiento generado por el exceso de peso. “Lo más importante en un niño es descansar bien por las noches para aguantar la larga jornada del otro día, sobre todo en la escuela”, enfatizó.

Agregó que quienes sufren de sobrepeso u obesidad en etapas tempranas de la vida, pueden enfrentar además daños en su autoestima y, en consecuencia, provocar inseguridad o dificultad para relacionarse, ansiedad, depresión y pensamientos negativos.

Datos de la ENSANUT 2012 muestran que los niños en edad escolar, de cinco a 11 años, presentaron una prevalencia nacional combinada de sobrepeso y obesidad de 34.4 por ciento, es decir, 19.8 por ciento para sobrepeso y 14.6 para obesidad. Esto significa que en México hay cinco millones 664 mil 870 menores con estas patologías.