El Videoarbitraje (VAR): ¿Una herramienta que resta criterio al árbitro?
Los derrotados pierden por él y los victoriosos ganan a pesar de él. Coartada de todos los errores, explicación de todas las desgracias.
Los hinchas tendrían que inventarlo si él no existiera. Cuánto más lo odian, más lo necesitan. Durante más de un siglo, el árbitro vistió de luto.
¿Por quién? Por él.
“El fútbol a sol y sombra” (1995), Eduardo Galeano
Mucho se ha debatido sobre el uso de la tecnología en el fútbol. Esta necesidad surge para intentar disminuir las injusticias propias del juego.
“La mano de Dios” de Maradona en México 68, el gol fantasma de Frank Lampard en el mundial de 2010 y hasta el #NoEraPenal de Arjen Robben a México en el Mundial de Brasil en 2014; son solo algunas de las jugadas históricas que se habrían podido evitar con el uso de la repetición.
La NFL es uno de los deportes que ha hecho de la tecnología parte orgánica del juego. En cualquier momento, el entrenador puede solicitar la revisión de cualquier jugada según lo requiera, incluso los mismos árbitros pueden hacer uso de esta facultad para determinar alguna infracción o la validez de un gol de campo y hasta un touchdown.
Como en todo debate existen dos posturas, la de los que creen necesaria la inclusión de la tecnología como apoyo al árbitro y el argumento de aquellos que aseguran que, en el momento en que la tecnología forma parte del juego la mística del balompié se estaría perdiendo.
Las dos posturas tienen argumentos válidos que incluso se pueden complementar y, sobre todo, beneficiarían al único personaje que nunca va a dejar contento a nadie sobre el terreno de juego: el árbitro.
El árbitro que representa la justicia, la ley y el orden dentro del campo es el personaje que siempre carga con el odio de la fanaticada, de los jugadores y de los técnicos; incluso de los medios de comunicación. Estas nuevas reglas de modernización al fútbol, se discutieron en la FIFA para decidir si era viable el uso de la tecnología en este deporte.
El primer gran paso fue la inclusión de una diadema con la que el árbitro podía tener comunicación constante con sus abanderados y su cuarto árbitro. Esta nueva implementación la sugirió el (ahora) ex árbitro Marco Antonio Rodríguez, un personaje polémico por su forma de arbitrar y por tener un carácter propio para manejarse en los partidos. Rodríguez aseguraba en 2006 que, el uso de las diademas era beneficioso:
Hay diálogos que se deben tener en un momento preciso con el compañero, lo que puede ayudar al desarrollo del juego y se hace necesario tener la diadema, pero hay que esperar si la FIFA lo reglamenta, de ser así sería obligatorio (La Jornada, 2006).
La diadema de comunicación se convirtió en una realidad pero no fue suficiente para acallar las miles de polémicas con las que tiene que lidiar un árbitro. Los años trascurrieron y las múltiples acciones ocurridas dentro del área de juego tenían que ser revisadas con detenimiento. Fue así que, en 2008, la UEFA incluyó dos árbitros asistentes adicionales.
Estos dos nuevos árbitros se colocaron al filo de la línea de meta y a un lado de la portería y su principal tarea era poner énfasis en lo que ocurría dentro del área. Empujones, jalones de camiseta, manos deliberadas, barridas violentas, etc. Que pudieran definir el cobro de una pena máxima, una tarjeta roja y por supuesto, la validación de un gol.
Pierluigi Collina, el jefe de arbitraje de la UEFA explicó “el objetivo principal es que los árbitros asistentes adicionales sirvan para ayudar a la hora de tomar decisiones, sobre todo en el área de penalti cuando una decisión puede afectar en el resultado del partido” (UEFA, 2008). Tal parece que 6 ojos no eran suficientes para la toma de decisiones en un partido de fútbol y 10 ojos podrían ser la solución a estos problemas, aunque la realidad no ha sido esa al día de hoy.
El máximo organismo del fútbol en el mundo, la FIFA; aún se negaba a incluir repeticiones de apoyo para los árbitros en un partido de fútbol. La última innovación ocurrió en 2016, justo en la Copa Confederaciones y el Mundial de Clubes la FIFA, competencias en las que se decidió probar el “ojo de halcón” y el arbitro asistente de vídeo (VAR) para medir la viabilidad de estas nuevas herramientas, qué tanto afectaban el flujo del juego y cómo podría beneficiar la toma de decisiones dentro del campo.
El “Ojo de halcón” enviaba una señal con la leyenda “GOAL” o “NO GOAL” cuando el balón cruzaba la portería, esto permitía al árbitro determinar la validez de un gol mediante el uso de tecnología y acabaría con muchas de las dudas dentro del campo.
Pero, fue el VAR la revolución absoluta del fútbol. Una cabina con monitores y 4 personas analizando las tomas de televisión, algunos podían comunicarse con el árbitro central en caso de requerir la revisión de alguna jugada.
Es decir, si una jugada con fuerza desmedida no se había marcado como falta, los encargados del VAR después de revisar la acción podían comunicarse con el árbitro para recomendarle la revisión de la jugada. El árbitro central accedía y se acercaba a un monitor fuera del campo para revisar, desde distintos ángulos y velocidades la jugada en cuestión para así poder tomar una decisión concreta.
Este sistema es muy similar al visto en la NFL y dota de una ayuda complementaria inmensa al árbitro central. Viéndolo desde esta óptica, pareciera que el fútbol se encuentra en un estado útopico de justicia aunque, la realidad, lamentablemente aún no está ni cerca de serlo.
En México, la implementación del VAR se dio como una prueba piloto en la jornada 13 del torneo apertura para probar su uso y sus protocolos.
Como en toda prueba piloto, existe un margen de error contemplado por los federativos respecto al uso de una nueva herramienta.
La Liga MX ha sido un gran objeto de estudio para esta herramienta y quisiera decir que lo es porque ha dejado grandes resultados, pero la realidad es que solo ha evidenciado las muchas carencias del arbitraje mexicano.
Según la página de la FIFA, el VAR puede ser utilizado para revisar la validez de un gol, la marcación de un penalti, la sanción de una tarjeta roja y hasta determinar la identidad de algún jugador del que haya confusión (FIFA, 2018).
Además, el sitio web enumera los pasos para el accionar del VAR. El árbitro debe seguir 3 pasos: se produce la incidencia, se revisa en el VAR a la par de que se hace la recomendación de revisar la jugada y finalmente, la decisión del árbitro (FIFA, 2018).
Visto de esta manera, es un proceso rápido y sencillo que no debería detener el flujo del juego tanto tiempo.
Basta con recordar el partido entre Chivas y Toluca de la Jornada 3 del torneo clausura 2019, exactamente una jugada dentro del área del Guadalajara en el mintuo 75. Un centro que remata de cabeza Enrique Triverio que no logra atajar Gudiño (portero de Guadalajara) y que hace que dramáticamente el balón, a primera vista, rebase la línea de gol.
El árbitro invalida el gol tras el aviso de la gente del VAR y después de discutir con los jugadores del Toluca decide revisar la jugada. Luego de, aproximadamente, 7 minutos el árbitro confirma la invalidación del gol.
La polémica no se hizo esperar, pues el VAR termina exhibiendo a Jorge Antonio Pérez Durán de entrada por la falta de criterio, posterior a eso la poca determinación para tomar una decisión y la constante comunicación con la cabina que, a leguas se notaba, mantenía un debate interno entre sí fue gol o no.
Otro caso ocurrido este fin de semana fue en el partido entre Chivas y Puebla de la jornada 15. Puebla ganaba el partido 3-1. En el minuto 55 un centro de Francisco Acuña es rematado por Lucas Cavallini, quien en el aire disputa la pelota con el defensa Hiram Mier, Cavallini gana en el salto y anota el cuarto gol para el Puebla.
El gol sube al marcador, el equipo festeja hasta que Adonai Escobedo decide ir al VAR a revisar la jugada por una supuesta falta del delantero contra el defensa. Luego de unos minutos Escobedo invalida el gol y otorga falta para el equipo local.
En la repetición, se aprecia que la disputa del balón es limpia e incluso Mier nunca reclama la supuesta falta y al final, el VAR vuelve a causar polémica.
Estos son apenas algunos ejemplos de lo que produce el uso del videoarbitraje en el fútbol, ya ni mencionar que también, en un partido de Puebla ante Monarcas, una tardía marcación de fuera de lugar por parte del delantero purépecha, Ray Sandoval, terminó en una aparatosa lesión provocada por un choque con el portero Nicolás Vikonis que hoy tiene al ecuatoriano inhabilitado hasta 2020 por una rotura de ligamentos en la rodilla.
Es necesario recalcar que, el uso de la tecnología en el deporte debe ser entendida como un complemento para el árbitro. Es una maravillosa herramienta que permite al juez del partido tener un mayor control de lo que acontece en el campo. El problema radica directamente en que el VAR NO SUSTITUYE EL CRITERIO DEL ÁRBITRO y es algo que se ha hecho notar bastante en diversos juegos alrededor del mundo.
La tecnología es una herramienta que otorga cierta fidelidad a un juez, lo ayuda a tomar una mejor decisión pero no actúa por el árbitro. La situación en México es que, como todo, pensamos que podemos cargar las responsabilidades propias del criterio humano a la tecnología. No se puede permitir un pretexto de ese tipo para una situación que pone en entredicho tu desempeño laboral y profesional como árbitro.
Definitivamente el VAR es un tema que está lejos de acabarse y ha venido a revolucionar al fútbol para bien o para mal. Los puristas aseguraban que la tecnología iba a acabar con la “duda” mística del fútbol, misma que llevó a Maradona a la historia con su “mano de Dios”, misma que le ha arrebatado la gloria a la Inglaterra de Lampard, esa misma duda que casi mandó al retiro a César Villaluz en aquella final contra Toluca, que Cruz Azul perdería.
Hoy, el videoarbitraje lejos de apagar esa duda, la alimenta y la exhibe ante los ojos del mundo, ocasionando que el único villano de la historia siga siendo, por los siglos de los siglos, el árbitro. El árbitraje, la justicia, la injusticia, el grito de gol y la pasión del fútbol no se acaban con la tecnología, se amplifican y hacen que, sin duda alguna, este siga siendo el deporte más hermoso del mundo.