El Show de medio tiempo que cambió la historia del Super Bowl
Cuando el próximo domingo Lady Gaga despliegue todo su arsenal artístico en el show del medio tiempo del Super Bowl, se habrá batido un récord. Nunca antes montar un espectáculo musical había requerido tanta inversión: 10 millones de dólares. Y eso que, como es costumbre, los artistas no cobran un centavo por su actuación.
Por estos días, el show del entretiempo se ha convertido en un espectáculo en sí mismo. Es más, muchos serán incapaces de nombrar los dos equipos de la NFL que se enfrentarán en Houston, pero sí en cambio dirán con exactitud quién es el/la cantante que actuará en el mediotiempo.
¿Pero siempre ha sido así en los 51 años de vida que lleva el Super Bowl?
Al principio, el show simplemente consistía en la actuación de algunas bandas universitarias, como las de University of Arizona y la Grambling State University de Lousina, que animaron a los espectadores en la primera edición, la de 1967.
Pero todo cambio cuando llegó Michael Jackson, en 1993, que entregó un auténtico show con efectos especiales. Ya nada volvería a ser igual. A partir de allí el concepto empezó a cambiar y el mundo del entretenimiento y del deporte hicieron una alianza sellada a fuego.
Tras Gloria Estefan en 1992, llegó una temporada más tarde la que casi con total seguridad es la mejor actuación en un Super Bowl, protagonizada por un Michael Jackson en la cima de su carrera, cuando dominaba el mundo de la música surfeando sobre el éxito de su disco “Dangerous”. Efectista y desbordante de talento, como eran las grandes actuaciones del Rey del Pop allá por 1993.