El nuevo acuerdo de Tampico
José Ángel Solorio Martínez
Tampico está viviendo tiempos nuevos. El pernicioso atavismo –que mantuvo vivos absurdos rencores– fue superado por renovados actores sociopolíticos porteños. Por décadas, un diferendo entre la comunidad judía y árabe, permeó todo tipo de relación –social, económica y política– entre esos vigorosos grupos sociales. La visión moderna, incluyente y tolerante, por fin se impuso.
Décadas de crispación, se atemperaron con el acercamiento logrado por el gobernador del estado Francisco García Cabeza de Vaca. Hace unos meses, reunió a los Fleishman y a los Grossman con el entonces candidato a alcalde Jesús Nader.
Esta semana, se consolidó un acercamiento que se veía muy lejano: el alcalde Nader, fue invitado al corte de listón de una empresa del sólido grupo capitaneado por Fleishman, el Centro de Artes y Deportes de la Escuela Americana de Tampico.
Emblemático encuentro: estuvieron presentes Robert y Herman H. Fleishman, Brice Grossman y James Buford Anderson.
Fue un evento familiar.
Los magnates y el político, estuvieron acompañados de sus esposas.
Al final: saludos cordiales, fotos y charla sobre el futuro de su casa común: Tampico.
¿Qué efectos sociopolíticos se vislumbran sobre ese nuevo acuerdo?
Varios, a saber:
1.- El ensanchamiento del desarrollo económico y sociopolítico del puerto. Aquel encono, frenó en mucho, proyectos para el progreso de la ciudad. Por años persistió el deseo de la demolición del otro. Y eso, gastó energías y desgastó política y socialmente a ambos afluentes. La autoridad municipal, ante el ambiente de conflicto, muchas veces correspondió definirla al gobernador; y no a los factores locales.
2.- La emergencia de Chucho Nader como referente político en el sur de Tamaulipas del PAN. Es decir: en el interlocutor, válido y confiable del Ejecutivo estatal con los más poderosos capitanes de empresa de la zona conurbada.
3.- El amarre de Nader, como candidato a la alcaldía en el 2021.
4.- La certeza, de que Chucho, es uno de los mejores alcaldes panistas de Tamaulipas. No sólo por los resultados que ha mostrado en la tarea de administrar el puerto, sino también por su capacidad de imprimirle gobernabilidad a la ciudad.
5.- Tampico, regresa a los tiempos dorados en que fue el bastión del panismo de Tamaulipas.
Una y otra comunidad han leído bien el escenario. Decidieron pactar antes de que la Izquierda, extienda su influencia al puerto. Con ello, blindan su sede y levantan la mano para ser consultados a la hora de tomar decisiones en el 2022. Quien no perciba ese vuelco en la correlación de fuerzas en la entidad, podría cometer una grande omisión.
Nader no parece acelerarse. Se le ve sereno, enfocado en consolidar su liderazgo en la ciudad. Como pocos alcaldes, tiene una proyección transversal: cruza desde las élites más encumbradas, hasta las colonias más populosas como la Borreguera.
Esa influencia tejida en años de trabajo, le ha permitido articular una sólida estructura sociopolítica en la totalidad de las comunidades urbanas de la ciudad. Ni siquiera Maky Ortiz, la alcaldesa reynosense que reparte millones a pasto, tiene esa red operativa.
Hasta entre los partidos opositores porteños, reconocen que Chucho es un rival al cual ven imbatible en el 2021.
El 2020, será recordado por el reencuentro de dos de los actores sociopolíticos más importantes de la historia de Tampico.
Por lo pronto, el puerto ya ganó.