EL JOVEN QUE SABE HACER EQUIPO
Cuando era un niño, Carlos Fernández Altamirano no salía de las canchas de fútbol del famoso ‘Siete y Medio’ en Ciudad Madero. El balompié era su pasión.
El maderense tenía un sueño: quería ser futbolista. Y lo logró.
A los 17 años de edad, debutó con la escuadra de Segunda División de ‘Los Tuzos’ del Pachuca. Su posición en la cancha: defensa central. Férreo ante los adversarios, no dejaba pasar a nadie.
Participó, además, en el Torneo Nacional de Reservas. Cuando vendieron la franquicia ‘tuza’ a ‘Los Indios de Ciudad Juárez’, el joven jugó con el equipo de sus amores, la camiseta que tanto adora: ‘La Jaiba Brava’.
De manera paralela a su pasión deportiva, también tenía un compromiso con su familia: estudiar una carrera profesional con tesón y disciplina.
Carlos Fernández Altamirano tocó las puertas del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) y obtuvo una beca deportiva de 90 por ciento para cursar la Licenciatura en Administración Financiera, en el campus de la capital de Nuevo León.
Al concluir la carrera, estudió la Maestría en Mercadotecnia enfocada en Empresas de Servicio, en la Escuela de Negocios del Tec de Monterrey (EGADE Business School).
Su ingreso al mercado laboral lo hizo como operador del mercado de dinero en la Casa de Bolsa Protego (hoy Evercore).
Después llegó una invitación que lo enfilaría a combinar sus dos mayores pasiones: la administración y el deporte. Se trataba de un negocio de emprendimiento con sede en Dallas, Texas, con el objetivo de apoyar proyectos deportivos amateurs.
Poco a poco, el proyecto prosperó. Sin embargo, Carlos Fernández Altamirano y su socio querían aplicar sus ideas administrativas en el ámbito deportivo en México. Decidieron entonces regresar a la patria y buscaron en qué ciudad instalarse.
Analizaron como opciones la Ciudad de México y Guadalajara, pero los costos operativos eran muy altos. Entonces, analizaron otra alternativa, una plaza que se encontraba en pleno despegue económico: Puebla.
Al instalarse en la heroica capital poblana el negocio de emprendimiento deportivo creció a tal grado que llamó la atención del Instituto del Deporte de Puebla, en el sexenio de Rafael Moreno Valle. La empresa del joven maderense fue contratada para prestar servicios de consultoría especializada.
Tiempo después, en 2016, llegaron los vientos del cambio a Tamaulipas. El gobernador electo Francisco García Cabeza de Vaca analizaba la composición de su gabinete ampliado. Fue cuando surgió el nombre de Carlos Fernández Altamirano, nacido en Ciudad Madero y con residencia en la colonia Unidad Nacional.
Era el más joven funcionario del gabinete ampliado: apenas tenía 29 años. No obstante, el inicio no fue fácil. Eran los tiempos de la transición y la alternancia democrática. Había que vencer innumerables inercias en el Instituto del Deporte en el estado.
Algo favorecía a Carlos Fernández Altamirano: como futbolista, siempre estuvo consciente de que para avanzar y ganar había que hacer equipo. Las victorias se obtienen con el esfuerzo y la coordinación de todos. Eso fue lo que hizo con el personal, tanto de confianza, como el sindicalizado: fomentar un ambiente de colaboración y productividad.
Con una serie de obras desde Nuevo Laredo y Reynosa hasta Tampico y Ciudad Madero, los resultados se encuentran a la vista: de acuerdo con las evaluaciones, el Instituto del Deporte de Tamaulipas se encuentra en el ‘Top Ten’ nacional.
Como militante de Acción Nacional, Carlos Fernández Altamirano es un firme creyente de la participación ciudadana en la construcción de un municipio, un estado o un país. Los gobiernos deben alentar que los distintos sectores sociales participen en el desarrollo de una ciudad. Esa sinergia consolida la democracia y estimula el progreso. Se trata, una vez más, de hacer equipo. Esa debe ser la dirección.
Orgulloso de ser maderense, el joven director general del Instituto del Deporte en Tamaulipas visualiza con optimismo el futuro, un futuro que labrará con el método que lo caracteriza: trabajo, esfuerzo, disciplina y pasión.
Y PARA CERRAR…
Ofelia Garza, quien fuera candidata del PRI a la diputación local por el Distrito 15 en la elección del año pasado, ya tiene chamba en el Organismo Nacional de Mujeres Priistas (ONMPRI).
Monserrat Arcos, lideresa nacional del ONMPRI, invitó a Ofelia Garza a sumarse a los trabajos que realiza la estructura femenina tricolor rumbo al crucial proceso electoral de 2021.