El fin del imperio geñista…
La necesidad presidencial de soltar lastre antes de ser arrastrado a profundidades letales, obligó a poner en la picota a Tomás Yarrington y Eugenio Hernández Flores, dos de los ex gobernadores mexicanos con mas pus sobre sus espaldas y sobre las espaldas de sus familias enteras.
Es una obligación de sobrevivencia mandarlos al cadalso y no un gesto de justicia.El más reciente obús, contra Geño, es la entrevista con un estudioso del crimen organizado que relata a manera de crónica puntual y por lo mismo irrebatible, testimonios de sujetos que estuvieron en el lugar de los hechos donde se negoció con los líderes antisociales más relevantes del noreste mexicano, para que financiaran las campañas con las cuales el PRI ganó la gubernatura y la mayoría del Congreso y de los Ayuntamientos con Hernández Flores como dirigente de ese bloque político electoral.
Con el periodista Ciro Gómez Leyva, corre el cieno a raudales en esa entrevista. Lugares, personajes, fechas, montos en dólares, acuerdos, pactos, negociaciones políticas.
Eugenio es personaje fundamental en esa historia de nausea y pena.
Eugenio es personaje fundamental en esa historia de nausea y pena.
Como personajes secundarios, brotan las actitudes de Ricardo Gamundi, Fernando Cano Martínez, la Conga y otros no menos célebres, o más bien: tristemente célebres.
La pinza se está cerrando en torno a Geño y su multimillonario imperio.Según se percibe, ya nadie lo salva. Abona a esa certidumbre, la certeza de que la sombra presidencial decidió abandonarlo en un afán tan desesperado como infructuoso para salvar la investidura y la banda presidencial del 2018.
Tanto Tomás como Eugenio, son ya occisos.
En el sentido político, esos eventos abren la posibilidad al PRI tamaulipeco para re articularse, o al menos hacer intentos por re oxigenarse.
En el sentido político, esos eventos abren la posibilidad al PRI tamaulipeco para re articularse, o al menos hacer intentos por re oxigenarse.
La candidatura del capo-junior Manuel Muñoz Cano, se hizo polvo.
La maldición de la tragedia, de nueva cuenta como nube negra, se posicionó sobre la cabeza de Manuelito.
La maldición de la tragedia, de nueva cuenta como nube negra, se posicionó sobre la cabeza de Manuelito.
No es para alegrar al PRI, ese nuevo escenario. Sí es para visualizar con optimismo, el trabajo inmediato de la militancia tamaulipeca bien intencionada…