Coronavirus: ¿Cómo afecta una pandemia a nuestro sueño y cómo prevenirnos?
Una pandemia cambia la forma en que nos comportamos y miramos al mundo, por lo que saber cómo afecta nuestros periodos de sueño y cómo podemos revertir este efecto es indispensable para nuestra salud.
Debido a los recientes cambios globales desatados por el coronavirus SARS-CoV-2, causante de la COVID-19, nuestras rutinas se transformaron y con ellas nuestros patrones de sueño.
Tanto el ciclo de luz y oscuridad, como el cansancio, son elementos que debemos tener en cuenta en nuestra nueva forma de vida, pues al perdernos la luz solar de la mañana o mantenernos en activo hasta altas horas de la noche desajustamos el comportamiento de nuestro cuerpo.
El estrés, la ansiedad, la falta de ejercicio y el insomnio son aspectos a considerar cuanto antes, pues además de generar trastornos de sueño en nosotros, afectaría nuestra salud y nos harían propensos a un posible contagio.
¿Qué es el retraso de fase y el trastorno por pesadillas?
Cuando nuestra rutina se transforma, nuestra mente tiene la necesidad de reajustarse. Irse a dormir más tarde y alterar todo el ciclo del sueño al perder las horas productivas del día nos lleva a reducir la cantidad de actividades a las que estábamos acostumbrados y a desaprovechar nuestra energía.
Si a esto sumamos el trastorno por pesadillas (que ocurre cuando lo que soñamos se vuelve en extremo real y nos lleva a nuestra mente a confundir lo que pensamos) es común que caigamos en un cuadro de ansiedad y estrés, así como de apatía e irritabilidad.
¿Cómo mejorar nuestros hábitos de sueño?
Para transformar estas acciones y evitar que la contingencia o el aislamiento social supongan un problema, es necesario recuperar ‘la normalidad’ en la medida de lo posible.
Asignarnos tareas que podamos realizar todos los días, poner horarios fijos, hacer ejercicio, evitar estar sobreinformados para no tener episodios de ansiedad y mejorar nuestra alimentación es la forma en que podemos reajustar la calidad de nuestro sueño, a la par que protegemos nuestro organismo.
“El estado de ánimo se puede ver alterado. Es común que haya un decaimiento, una tristeza que se va apoderando paulatinamente de nosotros: la inactividad, el no poder desconectarse porque el ambiente laboral se funde con el doméstico” explica Patricia Barato Salvador , psicóloga clínica de Proyectos de BH Bienestar.
De la misma forma, pasar poco tiempo frente al televisor o las redes sociales reducirá nuestros niveles de estrés y confusión, por lo que será posible que nuestra energía se enfoque en algo productivo.
El exceso de sueño también es dañino
Si por el contrario a lo mencionado, presentas un excesivo cansancio, fatiga y desanimo podrías tener hipersomia, la cual se caracteriza por un profundo abatimiento y pesadumbre que te impide tener energía para llevar a cabo tus actividades.
Como lo menciona Barato Salvador, los efectos del aislamiento social provocan un deterioro paulatino y ocasionan que pensamientos negativos te atormenten a medida que pasa el tiempo.
Recomendaciones para cuidar de la salud
Encontrar una rutina que remplace las actividades que solíamos hacer, exponernos al sol y dormir sin preocupaciones, así como alejarse del celular, tablet o computadora horas antes de dormir harán que este periodo de tiempo sea más llevadero y resulte más sencillo adaptarnos a la serie de cambios que se suscitarán tras la pandemia.