TamaulipasTitulares

Colosio, 23 años con “las viudas y los huérfanos” en Tamaulipas

Un día después del asesinato de Luis Donaldo Colosio, en Lomas Taurinas, ocurrido el 23 de marzo de 1994, Manuel Cavazos Lerma, entonces gobernador y Oscar Luebbert Gutiérrez, líder del PRI en Tamaulipas, salieron a lamentar la noticia.

A la campaña de Luis Donaldo Colosio, salió un grupo de Tamaulipecos que estuvieron en varios frentes del partido y sobre todo muy cerca de su muerte.

Luebbert, estaba devastado, lloraba, con la mirada al piso.

El Presidente del PRI era muy cercano al grupo del candidato Colosio, lo mismo que el ex diputado Antonio Martínez Torres, muy amigo de Samuel Palma, gente muy apegada al candidato presidencial.

En otro grupo, figuraban personas como Marco Antonio Bernal, responsable del área de prospectiva, Adrián Gallardo, ex presidente de la Fundación Colosio y cercano al equipo del candidato.

El ahora panista, Humberto Zurita Eraña, quien hoy, forma parte del equipo de Francisco García Cabeza de Vaca pero en ese entonces, colaboraba con Carlos Salomón Cámara, quien estaba en el área de prensa de Colosio y tiempo después, siguieron en la Lotería Nacional.

Ramón Durón, Eduardo Sierra Ayala, Luis Enrique Rodríguez Sánchez, -eran los exiliados en el sexenio de Cavazos Lerma-, formaban otro frente de Tamaulipecos que trabajaban al lado de Guillermo Hopkins, subcoordinador de Logística de la campaña.

Hay un texto de Ramón Durón donde cita el encuentro que presenció entre Luis Donaldo Colosio y una mujer de avanzada edad, en la ciudad de Hermosillo, Sonora, antes de salir a Tijuana.

Recuerda que en el último evento del candidato presidencial, se acercó una viejecita a Colosio y le da una bendición con unas palabras como presintiendo algo: “¡Cuídese mucho por favor, cuídese mucho!”.

Ramón Durón, cuenta esa anécdota cuántas veces tuvo oportunidad en sus textos y añade que, el siguiente evento, era el de Lomas Taurinas, donde asesinan a Luis Donaldo.

Luis Enrique Rodríguez Sánchez y los Tamaulipecos que formaban parte del equipo de Guillermo Hopkins, había aprovechado la coyuntura porque Manuel Cavazos Lerma, no los quería en el Estado o marcó distancia con un grupo que en ese entonces estaban jóvenes: Derly Rivas, Ramón, Luis Enrique entre otros.

Ya estaban Eliseo Castillo, Homar Zamorano, Oscar Luebbert, Humberto Valdez Richaud que si bien tenían otra formación, era otra generación.

Mientras Luis Enrique Rodríguez, estaba en Mexicali y se movía a Tijuana, Ramón Durón, Iba de Hermosillo a Tijuana. Los dos llegaron el mismo día a la zona del crimen de Colosio.

Lo hizo primero Rodríguez Sánchez, llegó al hotel cuando estaba el evento en Lomas Taurinas.

El candidato presidencial del PRI, ya había terminado de pronunciar su discurso, comenzaba a descender de esa asfixiante templete desde donde se apreciaba el mar de gente que llegó a ese lugar.

Colosio, estaba a 13.5 metros del sitio en donde iba a encontrarse con Mario Aburto. En las bocinas sonaba la canción “La culebra”. Mario llegó a empujones y bajo reclamos de algunas gentes que rodeaban a Colosio.

“Es que quiero saludarlo”. Aburto extendió el brazo, acercó la Taurus .38 con cachas de madera a la cabeza de Colosio y disparó.

Para ese momento, Luis Enrique Rodríguez ya estaba en el hotel, donde se encontraba Diana Laura Riojas, esposa de Colosio, minutos más tarde llegaría Ramón Durón.

Diana Laura, estaba en el elevador y antes de entrar, llega una persona a darle la noticia de que, “a Luis Donaldo le han dado un balazo”.

Por un momento, la esposa del candidato había entendido que le habían dado un palazo, no entendía.

¿Cómo qué un palazo, porqué?
-“No, a Luis Donaldo le dieron un balazo”.

En ese momento, hubo silencio, quienes vieron a la esposa de Colosio, hoy interpretan que ahí comenzó su enfermedad. Estaba pálida, asustada. Todos se trasladaron al Hospital como pudieron.

Ver veladoras en las escaleras del hospital ese día, era una sensación tremenda. La gente llorando y cuando sale Liébano Sáenz a dar la noticia de la muerte de Luis Donaldo Colosio, se dejó sentir un impacto demoledor.

Luego del crimen en “La Bombilla” en 1928 del presidente Álvaro Obregón, no se había cimbrado el país por la muerte de un político, aunque después vino el crimen de Ruiz Massieu y en Tamaulipas el de Rodolfo Torre.

Vendría una sinergia de tristeza que envolvía, la angustia, la desesperación, la basura de la información, votaría o no la gente, la incertidumbre y después la transición de la campaña.

Con Ernesto Zedillo, ahí estaban todavía “las viudas y los huérfanos de Colosio”. Si bien Zedillo era el coordinador de la campaña de Colosio, Guillermo Hopkins era el verdadero operador de campaña y con él se quedaron los Tamaulipecos.

No eran muchos Tamaulipecos que tenían nexos cercanos con Colosio, más bien, estaban cercanos a los amigos del candidato presidencial, salvo Marco Antonio Bernal, que para entonces, ya tenía una formación política de muy alto nivel.

En una conversación con Bernal, narra cómo Luis Donaldo Colosio, fue quien provocó, la que hoy es una gran amistad con Manlio Fabio Beltrones.

Luis Donaldo Colosio, recuerda, los sentó en un café de la ciudad de México, a Beltrones y a él.

“Quiero que se hagan amigos ustedes”, les dijo el ex candidato presidencial.

Colosio los había citado para platicar, los presentó y les dijo que los necesitaba, pero era necesario que se hicieran amigos.

Así lo hicieron, al grado de que hoy, Bernal y Beltrones siguen siendo amigos y aliados.

Había otros Tamaulipecos que vivieron en otra trinchera la muerte de Colosio, como Laura Alicia Garza Galindo, quien simpatizaba más con Manuel Camacho Solís.

Hoy, Derly Rivas Alvarado, quien trabajaba muy de cerca con Fernando Ortiz Arana, el Querétano que entonces, era el Presidente del PRI Nacional, recuerda un fragmento de esa historia triste y negra que se escribió en el país.

“Hoy hace 23 años…me tocó organizar las guardias ante el cuerpo inerme de Colosio”.

Lo escribe en su cuenta de redes sociales y agrega:

“Y ese día pretendían incinerarlo a las 5 pm,
Pero Diana Laura esposa de él, se opuso.
Querían borrar todo rápidamente.

Mucha historia que viví ese día y aún guardo en mis recuerdos!”, cita.