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Arropa PRI a Meade en sus horas más bajas

Nada como un baño de pueblo para levantar los ánimos al PRI. José Antonio Meade, el aspirante presidencial del partido gobernante, cerró las actividades públicas de su precampaña este domingo con un mitin multitudinario en uno de los bastiones del tricolor, el Estado de México. El aspirante, quien se encuentra en la tercera posición de casi todos los sondeos publicados rumbo a los comicios del 1 de julio, fue arropado por la militancia y muchas de las figuras del Gobierno de Enrique Peña Nieto, quien ha sido uno de los factores que han lastrado la campaña del exsecretario de Hacienda mexicano ante los ojos del electorado.

Nada en los eventos del PRI es gratuito. El mitin, el evento 243 en 60 días, se llevó a cabo en la explanada municipal de Tlalnepantla. El municipio es controlado por el PRI desde 2016. En 2017, sin embargo, el sitio fue testigo del avance del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) de Andrés López Obrador, en las elecciones a gobernador. Delfina Gómez, la candidata de Morena, ganó los cuatro distritos de esta localidad. A pesar de esto y gracias al voto rural, el candidato del PRI, Alfredo del Mazo, primo del presidente Peña Nieto, retuvo la entidad, que nunca ha sido gobernada por otro partido.

Meade hizo referencia a esa cerrada contienda en su discurso. “Hace un año se veía muy complicado… se nos decía que se veía difícil. ¿Quién ganó en el Estado de México?”, preguntó de forma retórica. “Ese triunfo le regresó la tranquilidad al país y a los mercados. Inspirados en ese triunfo el primero de julio vamos a ganar”, dijo inyectando esperanza a sus simpatizantes, que esperaron cuatro horas el discurso.

Las precampañas mexicanas han llegado este domingo a su fin. López Obrador estuvo en los Estados de Guanajuato y Jalisco. Ricardo Anaya, candidato de Por México al Frente (PAN-PRD-Movimiento Ciudadano), estuvo en Veracruz mientras su partido celebraba una elección interna con un candidato único. Después de esto, inicia una confusa pausa de 47 días creada por la autoridad electoral que culminará el 30 de marzo con el arranque oficial de las campañas. El periodo hasta entonces será tomado por los partidos para hacer los ajustes pertinentes de estrategias y mensajes. La reflexión será imperativa para el PRI si desea repuntar en los sondeos, que colocan al abanderado priista a 12 puntos de distancia de López Obrador (24% de intención de voto contra 36% en el poll of polls de Oraculus).

“Debe hablar más claro a la gente. Cambiar el lenguaje. Que se dirija más a los albañiles que a los ingenieros”, sugería este domingo Francisco Labastida. Este político ha vivido en carne propia lo que es una campaña fallida. En el 2000 se convirtió en el primer priista que perdió una elección presidencial. En ese entones, a manos del fenómeno Vicente Fox, un panista que ha cambiado de bando y que hoy apoya a José Antonio Meade. Al final del discurso, un militante de Ecatepec que se limpiaba los sellos del PRI impresos en las mejillas, calificaba a Meade como un candidato “un poco lejano”.

Labastida recomienda a la campaña de Meade “reforzar a su equipo de campaña” y “hacer cambios”. El grupo que rodea al actual aspirante presidencial está formado por un núcleo de allegados al presidente Peña Nieto. La opinión de Labastida es que Meade “tiene que separarse” de la figura presidencial, quien tiene una aprobación de 26%.

Otros militantes creen que el candidato ganará terreno cuando arranque la campaña. “Hay que recordar que este periodo fue solamente un ejercicio al interior del partido”, afirmó Ignacio Peralta, el gobernador de Colima. Meade se convertirá oficialmente en candidato el 18 de febrero próximo, cuando una convención de delegados lo designe. “Ahora se hará una reflexión para ver qué se puede corregir para el proceso constitucional”, dijo Peralta, el mandatario de una pequeña entidad que ha visto explotar la violencia en los últimos dos años. Pasó de registrar 12 asesinatos en febrero de 2015 a 86 en diciembre de 2017.

Algunos priistas esperan que las ideas hagan reflotar a Meade. La precampaña y la intercampaña prohíben hacer propuestas concretas al electorado. Esto se permitirá hasta finales de marzo. “Hay dos temas fundamentales: seguridad pública y corrupción. Meade debe decir claramente adonde quiere llegar en esto”, considera Labastida.