Américo afecta a Morena
Después de que el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, le regaló al cardiólogo Américo Villarreal Anaya la senaduría de la República por Morena, se suponía que en agradecimiento le ayudaría a lograr la IV Transformación del país en Tamaulipas y convertir a Morena en una real fuerza política en el estado.
Nos imaginamos que AMLO nunca supo que el doctor Villarreal siempre había sido un funcionario gris del sector salud, que cumplía con su trabajo en la burocracia sin tener más anhelos que lograr su jubilación y después, dedicarse por completo a su familia y a su consultorio, porque eso de la política como a su papá nunca se le dio.
Por eso el PRI nunca le propuso que ocupara un cargo de elección popular y mucho menos, sus paisanos los victorenses, quienes dominaron por más de una década el panorama político en el estado, ya que lo conocían y sabían muy bien que su presencia no despertaba el interés de los priistas y mucho menos de los electores, porque Villarreal Anaya siempre fue un X.
Sin embargo, el ahora senador de la República ante el deterioro de la clase política estatal fue uno de sus beneficiarios directos así como lo fue su papá en su momento, quien llegó a ser también legislador en la Cámara Alta por esta misma razón.
Y recordamos muy bien que llegó a esa posición en la campaña presidencial del gris tecnócrata, Miguel de la Madrid Hurtado, quien también quería lograr la renovación moral de la sociedad y esto por supuesto que nunca lo consiguió sino todo lo contrario. Vaya coincidencia. ¿Verdad?
Así que estamos viendo la repetición de la historia familiar de Villarreal Anaya, pero en este caso, el cardiólogo no tiene quien lo asesore como tenía su papá y esto pudiera llevarlo de nuevo a cumplir sus deseos de acabar en su consultorio y atendiendo a su familia.
Y es que en lugar de promover las propuestas de AMLO y servirle como interlocutor con la sociedad, los sectores productivos y con los simpatizantes de Morena, se ha dedicado a promoverse como posible candidato al gobierno estatal, a pesar de que a la actual administración le faltan más de tres años y medio para que termine.
Además, en lugar de conseguir más adeptos para Morena y convertir a esta organización en un partido político con más presencia en el estado, el doctor hace todo lo contrario y esto confirma que AMLO cometió un grave error al regalarle la senaduría.
Pero bueno, esto es muy lamentable para López Obrador y Morena, ya que se comprobó que Américo Villarreal Anaya sólo aceptó que participarán organizaciones sin presencia estatal, que actuaran a modo del senador, que no le exigieran a Durazo Montaño cumplir con las promesas de justica, para que no se sintiera molesto o que lo llegarán a despeinar con tantas demandas.
Finalmente, si el presidente electo Andrés Manuel López Obrador busca que Morena crezca en Tamaulipas, tiene que cambiar de interlocutor, ya que el cardiólogo y ahora senador, Américo Villarreal Anaya, no tiene visión ni sensibilidad para la política y mucho menos para consolidar su incipiente carrera política, la cual está a punto de finalizar, a pesar de que todavía ni siquiera inicia. Ni más ni menos.