Columnas

Adios al romanticismo

“Todos en este país deberían aprender como programar una computadora…porque te enseña como pensar” Steve Jobs.

Vivimos en una época donde la tecnología de la información nos alcanzó y nos rebasó. No estábamos preparados para procesar tanta información. Creemos mucho o dudamos mucho o creemos poco o dudamos poco. La mentira o la verdad a medias confunde y cede ante la fuerza de la imagen y se presenta como verdad fundamentada. La verdad dejó de ser universal y se volvió elitista, al acceso solo para aquellos estoicos, disciplinados e inquietos que deciden verificar en varias fuentes antes de creer o afirmar. Las redes sociales dejaron de ser punto de encuentro fraterno y pasaron a ser fuente de información y discurso político.

Los memes se volvieron el mejor indicador del termómetro del temperamento social y el influencer se volvió el Jacobo Zabludovzky de los nuevos tiempos y al igual que éste, terminó cediendo a los intereses de su bolsillo cayendo en la tentación del mejor postor, el amo o el poderoso.

Como diría el filósofo francés, Tzvetan Todorov, “por primera vez el tema central y el principio organizador del cuadro ya no es la historia santa, ni los mitos griegos, ni la vida heroica de personajes ilustres, sino la vida cotidiana de las personas anónimas”. Vivimos una época de dispersión, sin ideologías en la que surgen tiranos que halagan la fibra egocéntrica y etnocéntrica latente en el interior de cada uno, con la proclamación de que nuestra civilización es la mejor de todas.

A las nuevas generaciones ya sean X, Y o Z les excita igual un ciber beso que uno de verdad para minimizar el riesgo de la cachetada; prefieren un “seguimos platicando mañana” a altas horas de la noche y a solas en la habitación, que un “te invito a una cita mañana”; prefieren leer una crítica de cine que ver la película y juzgar; prefieren un selfie a disfrutar el paisaje o el concierto; se preocupan por el medio ambiente mientras comen comida vegana en desechables altamente contaminantes; se volvieron críticos de todo lo político; y sus padres los esperan en el comedor con la esperanza de que les cuenten como le fue, como se sienten… en fin que convivan con ellos, salgan a convivir o busquen trabajo en sus veintitantos. Quieren ser parte de todo, incluso acuñaron el termino fomo (miedo a no ser parte) y viven encadenados a una actualización permanente de todos los memes o videos virales de moda. En facebook quieren mostrarse populares, en twitter ocurrentes e inteligentes, en Linkendin exitosos y en Instagram artísticos, aunque no tengan la capacidad de responder ¿Quienes son en realidad?

Las futuras generaciones ya sean A2, B2 o C2 nacieron con cable eléctrico en lugar de cordón umbilical; son reprendidos premiándolos con el Ipad para que su madre pueda hacer los quehaceres o mínimo comer a gusto;  son sobre estimulados porque al querer lo mejor para ellos, se hace caso a lo que dice 1, 2, 3, 100, 1000 sitios de pseudo sabiduría educativa digital;  aprender a prender la computadora antes de pronunciar las vocales; También aprender a dar con su juego favorito en el Ipad antes que a llegar a la bacinica a tiempo. Hoy el peor bulling en las primarias es el digital, la inquisición virtual ha originado el suicidio de herejes que pensaron distinto o eran distintos a lo que el estándar social de moda dictaminará.

La depresión y la soledad se consolidan como las enfermedades virales de nuestros tiempos y la ansiedad gana lugar en miles de nuevos hipocondriacos que al revisar que una simple calentura puede ser mortal deciden en lugar de tomar un mejoralito o en caso grave un tempra, recetarse lo que dicen 1, 2, 3, 100, 1000 sitios de pseudo sabiduría médica digital, pero todo al mismo tiempo.

En otros tiempos los románticos se suicidaron, hoy en día prefieren ser náufragos de habitación y escritores de novelas en su imaginación. Los todo logos expertos en gobierno, campañas y negocios buscan chamba sin entender porque pasaron de moda y fueron desplazados por especialistas o por ordenadores capaces de analizar grandes cantidades de información (Big Data). Lo de hoy son los prácticos, los que van al punto y saben comunicar con tanta contundencia, que pensar pareciera no tan indispensable ya que es más fácil creer.

Las redes sociales se volvieron el sistema circulatorio de la información que busca salir a flote y aunque sea suturada por la censura o se intente parar la hemorragia con un torniquete de represión, presionará al sistema hasta encontrar una salida. Y si son varias las suturas y es mucha la presión por salir, se corre el riesgo de un ataque al miocardio que lo cambie todo.

Son objeto de veneración por aquellos que vieron como fueron denunciados actos indignantes que les afectaban o que vivieron el derrocamiento de sus dictadores como Hosni Mubarak. Son objeto de señalamientos de los ciudadanos ante resultados electorales que parecen fuera de toda lógica. Además en China ya existen centros de rehabilitación de adicción a las redes sociales y ya existe el término “text neck” para los niños que desarrollan malas posturas difícilmente corregibles a causa del uso exacerbado de celulares. Sin embargo, la realidad es que en el viejo oeste para sobrevivir, con caballo y pistola, hoy en día, para sobrevivir en lugar de pistola, celular y con eso, ya ni caballo porque se tiene el uber. ¿Qué si los likes o msj del facebook se volvieron causal de divorcio?; ¿Qué si el poder se volvió horizontal en lugar de vertical?; ¿Qué si se persuade mejor por Internet ante su capacidad de segmentación y focalización?; ¿Qué si la privacidad, la seguridad y el mercado laboral ya no son lo que eran?; ¿Qué si la producción masiva ya no conviene y vale la pena una nueva economía orientada a la medida?; ¿Qué si las redes sociales dan derecho a hablar a legiones de idiotas que antes sólo hablaban en un bar con un vaso de vino? como diría Umberto Eco. Quizás SI a todo, pero también como el mismo Eco lo señalara, seguramente Auschwitz no habría sido posible con Internet.

Señoras y señores la red está en todo y todo lo conecta. La inmediatez, la banalidad y la conexión global son los nuevos dogmas. Las religiones de antaño son desplazadas por tecnorreligiones que nacen en Silicon Valley. Las respuestas a todo ya no están ni en los padres, ni en los ancianos, ahora están en Wikipedia.

La discusión no debe centrarse en la censura o sus límites, más bien en su potencial y alcances. ¿Cómo aprovecharlo para generar desarrollo?, ¿Desde qué edad conviene enseñar a programar?.,¿Cómo educar a los jóvenes para aprovecharlo mejor?, ¿Para verificar información y descartarla?, ¿Cómo pueden utilizarlo científicos, políticos y emprendedores para compartir conocimiento y generar redes de desarrollo?, ¿Cómo puede contribuir en hacer del mundo un lugar más seguro?

La posibilidad de desarrollo es inmensa, en esta época los programadores son los nuevos artistas y creadores. La democracia entre iguales fue tema del siglo pasado y aunque no pierde vigencia, lo de hoy es la democratización del conocimiento.

Da Vinci y Miguel Ángel hoy son Zuckerberg y Gates. Mozart deslumbraba empezando a escribir su primera sinfonía a los 8 años de edad. Lo hacía por su genialidad en una época de penumbras y tinieblas donde lo malo solo era cosa del diablo y de poseídos y no de los hombres. Hoy en día, cientos de niños de la edad de Mozart ya programan y crean desde juegos hasta aplicaciones para solucionar lo que consideran problemas, otros empiezan a forjar su futuro desde la tecnología que está al alcance, aprenden a programar con LOGO, DOMA, RUDY, KODU, LEGO, HACKETY HACK, PETIT COMPUTER, RASPERRY PI, ROBOMIND; SCRATCH, KPL y ALICE antes de leer en países como la India, Singapur, Corea del Sur, Japón o Finlandia.  Los sistemas educativos de estos lugares antes de empecinarse en enseñar lo que está bien o mal para saber lo que deben o no hacer, mediante la programación les enseñan a pensar, a echar a volar la creatividad que es donde radica la única esperanza para solucionar los grandes retos de la humanidad. Lo que se está probando hoy es el comienzo de lo que tendremos habitual dentro de 20 años.

Casos como los que ofrece Khan Academy ponen el conocimiento mediante cursos impartidos por excelentes profesores al alcance de todos los que tienen internet. Surgen programas de esta naturaleza e iniciativas donde grandes pensadores están dando de qué hablar, la prueba está en los videos de TED o WoBi. Es en los hombros de gigantes desde donde se puede ver más allá y hoy tenemos esas posibilidades. ¿Cuántos jóvenes no están siendo impactados por una conferencia o el conocimiento adquirido en internet que les motivará a dar lo mejor de sí para inventar algo que pueda cambiar la humanidad?

Casos como Coursera que quiere educar a los burócratas del mundo lanzando un plataforma con cursos alineados a necesidades específicas para organizaciones gubernamentales y sin fines de lucro y que ya está siendo utilizada en países como Estados Unidos, Singapur, Egipto y Mongolia.

Niños y jóvenes que reaccionaran sin miedo, como aquellos de antaño que lo experimentaron ante la revolución de los motores, la máquina de vapor, la llegada de la electricidad, con la electrónica y ahora con la robótica porque crecieron con una concepción distinta donde la magia quedo evidenciada por la realidad científica. Serán parte de un mundo rodeado de maquinas, automatizado que producirán más a un costo menor y con menos recursos. La gestión del tiempo y los tipos de trabajo serán distintos, un mundo donde tendrán lugar privilegiado aquellos creativos que piense en las experiencias de uso, expertos en relación entre humanos y maquinas, ciudadanos inteligentes que se empoderen y tengan la capacidad de diseñar ciudades inteligentes.

Por otra parte y como lo señalará esta semana Mark Zuckerberg luego de la cruda de las recientes de los resultados electorales en el mundo, las redes sociales tienen la capacidad pero sobre todo la responsabilidad de fortalecer el consenso, reducir la disensión y el asilamiento construyendo una comunidad global que sirva a todos. Pueden motivar la participación en los procesos políticos y formar un nuevo proceso para que los ciudadanos puedan participar en tomas de decisiones colectivas. También puede contribuir en un lugar más seguro gracias a la inteligencia artificial, ya que tienen el potencial de prever movimientos que van a tener lugar y así identificar riesgos de salud mental.

El fundador de facebook incluso va más allá y señala: “Estamos comprometidos a siempre hacerlo mejor, incluso si eso involucra construir un sistema de votos a nivel global para darte más voto y control”…”nuestra esperanza es que este modelo provea ejemplos de cómo las decisiones tomadas colectivamente quizás funcione en otros aspectos de la comunidad global”.

Vivimos una guerra interesantísima, la batalla entre dominar o ser dominado por las redes sociales me parece hoy en día de la más trascendentales.

En las clases de historia del pensamiento era común preguntar ¿en qué época te hubiera gustado vivir? Las respuestas más comunes eran el Renacimiento, la Revolución Industrial y la Ilustración justificando siempre la respuesta en el sentido de que en esos periodos se dieron los grandes avances que dieron cause al mundo moderno y que en ellas vivieron grandes pensadores o artistas. Yo era de los románticos partidarios del Renacimiento, sin embargo desde que incursione en las redes sociales, he estado reflexionando en dejar de ser un romántico soñador del cambio para volverme ciber ciudadano porque creo que la mejor época, la mayor revolución y la de más potencial de desarrollo es la del día de hoy, además que debo estar mejor preparado para educar a mi hija en esta nueva coyuntura. Los dejo para enviarle un mensaje a mi mujer que anda en misa y después enviar esta columna por email, Whatsapp y BBM, así como subirla al Face y a Twitter con la esperanza de que mis ideas hagan eco, eco, eco o generen reflexión. Hasta la próxima.

Placer culposo: El próximo disco de Sabina pinta bien, el nuevo sencillo Lágrimas de Mármol muy cumplidor.  Lo  siento Time of our Lives de James Blunt porque ando de cursi. Y para que me perdonen el nuevo disco de metal sinfónico de Xandria, Theater of Dimensions. Hoy es el juego de estrellas de la NBA, vamos con el Oeste.