Columnas

El escenario jubiloso, del sonriente Almaraz…

Ciudad Victoria, Tamaulipas es quizá el territorio priista más amable en esta trepidante campaña por la gubernatura. El candidato tricolor, Oscar Almaraz Smer mucho ha hecho para que los astros se acomoden a su favor.

Operador de lo más eficiente en su partido, no ha dejado un cabo suelto: posee una aceitada estructura –por más de 10 años la ha articulado soñando con la responsabilidad que hoy tiene-; nunca ha tenido divergencias con los actores políticos locales y su candidatura resultó tersa a pesar de que había contendientes internos muy protagónicos y con capitales políticos nada desdeñables.

A ese paisaje sonriente para Almaraz, su adiciona otro no de menor importancia: el PAN salió lastimado con la candidatura de Arturo Soto, quien fue postulado por un dedazo del CEN. Ello impidió al aspirante azul, salir con vigor y mostrar un debilitado músculo.

Y otro más: la presencia de la candidata Mónica de Cárdenas, achicó las posibilidades mayormente a Soto. Por una razón inobjetable: la clientela electoral de Mónica se generará –así ocurrió hace tres años- en mucho, por los escurrimientos de panistas que votarán por esa opción

La candidata a la alcaldía del MC, obtendrá una votación oscilante entre los 20 y los 30 mil votos.

Más que suficientes para desinflar a Soto y al PAN victorense.
Ese escenario igualmente le sonríe al candidato a la gubernatura Baltazar Hinojosa Ochoa. El candidato del PAN, Francisco García Cabeza de Vaca, será víctima de los errores de su partido.
Soto ya no es el mismo de hace tres años.

Se le nota cansado, decepcionado. Suponía que el escozor social sería suficiente para cachar votos de segmentos sociales capitalinos que están hastiados de gobiernos chafas.
(Imposible negar, el repudio social contra muchas las políticas gubernamentales)

La inconformidad sin organización, es energía maniatada.
El candidato azul, dejó la ciudad hace años y se concentró en sus negocios en la ciudad de México. Nunca alimentó políticamente, la simpatía ciudadana que concitó en su primera aventura electoral en Tamaulipas. Son esos segmentos, los que se han ido a apuntalar la campaña de Mónica.

El estilo de hacer política de Soto, le ha restado consensos entre los panistas. Con todo el impulso del CEN panista, hizo y deshizo las candidaturas del cabildo e incluso de los aspirantes a diputados locales victorenses.

Ya con las candidaturas semi oficializadas, cambió a candidatas de distrito.
Se desconocen los motivos.
Se conocen los efectos: las candidatas apechugaron la medida, pero se distanciaron del inefable Soto.
Otra pifia del panista.
¿Puede ganar el panista Cabeza de Vaca en la capital?..
Se ve muy cuesta arriba.

El factor Almaraz, se ha convertido en el muro de contención contra el panismo más eficaz en toda la geografía tamaulipeca. Su solidez, la mostró en el inicio en Victoria de su candidato a la gubernatura: más de 15 mil capitalinos, lo acompañaron en la caminata. Mostró el sonriente candidato –a aliados y detractores-, cómo masca la iguana en asuntos de congregar masas.

La competencia existe. Los panistas se siguen moviendo, apostándole a la irritación social. El MC de Mónica, continúa caminando y sumando.

Almaraz es un hombre práctico.
Con todo ese potencial exhibido en esta corta pero intensa campaña electoral, no se confía. Sabe del ánimo del elector; sabe del humor del votante; se ha dado cuenta de la volatilidad del sufragio.

En base a eso, dice tener “una estructura electoral leal y eficaz” para ese importante domingo…