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Las rémoras de AMLO

La Comuna

Las rémoras de AMLO

José Ángel Solorio Martínez

A partir del triunfo de Andrés Manuel López Obrador, en la elección presidencial del 2018, Tamaulipas se transformó. Irrumpió en el escenario, una nueva fuerza política que echaría raíces en el paraje sociopolítico regional. Luego otro elemento, expandió aún más la cobertura de ese emergente actor colectivo: la política social del gobierno federal.
La gran mayoría de candidatos -a las alcaldías, a las diputaciones y a las senadurías- se tiraron a la hamaca. Aspirantes como Carmen Lilia Canturosas, sin el auxilio del lopezobradorismo y su arrastre en las urnas, nunca pudo ser alcaldesa: ganó apenas con tres mil votos de diferencia a una Yahleel Abdala que se quedó en la raya; de igual forma Makyito Peña Ortiz, en Reynosa se enfrentó a un panismo macizo que por poco lo derrotan.
De la misma forma, en Altamira: el triunfo estuvo cerrado; inexplicable sin la mano invencible y poderosa de AMLO.
De igual forma: la mayoría de los candidatos a diputados -federales y locales- se apropiaron de sus curules por la potencia de López Obrador desde su boleta presidencial.
El 2021, fue lo mismo: el impulso presidencial sumado la mañanera y sus impactos mediáticos, llevó al Congreso de la Unión a varios legisladores que en campaña se tiraron a la cama.
De otra forma: el tabasqueño, ha sido el factor fundamental para dar una evidente recomposición al mapa del poder en el estado.
Ni pensar, que la IV T pudiera haber obtenido resultados tan favorables, sin la sombra presidencial.
Incluso, Américo Villarreal Anaya, hubiera obtenido un segundo honroso segundo lugar sin el aura de AMLO.
Sincerémonos: AVA ganó por el patrocinio de un vigoroso López Obrador.
¿O alguien cree, que Américo pudo haber derrotado al costal de mañas y de dinero, que ha sido -y es- Francisco García Cabeza de Vaca?
¿Alguien puede suponer que tanto Canturosas como Makyito, pudieron convertirse en ediles, sin la inercia ganadora del lopezobradorismo en nuestro estado?
Américo ha sido el más beneficiado: se llevó de regalo la senaduría el 2018, para luego repetir el 2022 con la gubernatura.
Totalmente, de gorra.
Ambas campañas -del senado y la gubernatura- AVA las vio pasar cómodamente echado en una balsa que movida por las velas que AMLO impulsaba, lo llevaron a esos envidiables cargos
Todas esas circunstancias, obligan a ponderar los índices de agradecimiento de la clase política tamaulipeca, con quien les proporcionó alimento político gratuito.
Para la mayoría, el amor con amor se paga, de AMLO, ha sido sólo un slogan sin significado.
Es más: ¡ni siquiera pagan -diputados, ediles y senadores- cuotas a su partido!
El presidente López Obrador, día a día despliega bizarras batallas contra los conservadores; con el escudo de su integridad moral, defiende sus principios de no robar, no mentir y no traicionar.
¿Para qué?
Se ve: para que una buena parte de la pútrida clase política guinda, parasiten sobre el presupuesto y los bienes de los tamaulipecos; para que ganen, candidatos sin principios y proclives al cochupo y a la tranza; para que muchos de esos sujetos, pongan en duda la integridad de la IV T.
Tanto ha impulsado AMLO a los candidatos morenistas en la comarca, que algunos individuos, carentes de prendas éticas y morales -y hasta de liderazgo- han arrasado en sus desafíos electorales.
AMLO está muy lejos para ver con minuciosidad los pequeños -en comparación con los de Felipe Calderón- latrocinios del equipo con el cual gobierna Villarreal Anaya.
Uno de los más significativos que está decepcionando a los morenistas, es la intromisión -cada día más pública- de Américo Villarreal Santiago en asuntos de gobierno en todo el estado
Esperemos que alguien le informe a la Federación, sobre el cauce que sigue en Tamaulipas la IV T.
Aún es tiempo para rectificar.