Columnas

El perro de rancho

El Patinadero

Juan Antonio Montoya Báez

El pasado ocho de diciembre, publicó:

“Muchas gracias a todas las asociaciones civiles que nos brindan su apoyo y líderes de nuestro partido MORENA, por el gran apoyo para luchar juntos por la candidatura al Senado de la República. Pronto nos vemos en cada uno de los municipios de nuestro hermoso Estado y Con el fin de apoyar a nuestro presidente ANDRES MANUEL LÓPEZ OBRADOR y nuestro gobernador AMÉRICO VILLARREAL ANAYA, en el combate a la Corrupción, desde este momento quiero proponer que todos los que estamos registrados para ocupar el cargo seamos sometidos al examen de control y confianza (detector de mentiras) y los que pasemos esta prueba, les propongo un debate y de esta manera los ciudadanos nos darán su confianza.

Por favor ayúdenme a compartir y a etiquetar a los compañeros que están registrados para que manifiesten si están de acurdo en debatir y someterse al control y confianza”.

Era una propuesta de un precandidato del medio centenar registrados en una convocatoria de un Partido que gusta del circo, maroma y teatro.

Permiten el desgaste de todos, para el lucimiento de los más pobres, pues como le decía el gallo a VICENTE FERNÁNDEZ “para que me cuidaste tanto, si hoy me mandas a la muerte”.

A poco había necesidad de registrar e ilusionar a sus figuras para elegir un candidato que ya estaba palomeado desde Palacio Nacional, algunos argumentan que fueron razones económicas, complicidades y otros sostienen que fue razonamiento político.

De ninguna manera tenían porque emocionar a CARLOS ENRIQUE CANTUROSAS VILLARREAL con la posibilidad de ser el abanderado, para negarle después la posibilidad con el argumento de que ya tienen la alcaldía de Nuevo Laredo y no merecía una posición más.

CARLOS ENRIQUE pensaba que el Senado sería su premio de consolación, pero no le dieron nada, pero además tiene demasiado claro, que la alcaldesa es su hermana y todas las acciones tiene que consensarlas para su visto bueno.

Además, CARLOS ENRIQUE necesita por si sólo su estabilidad política, trabajar en lo que le gusta y sentir que su talento no se desperdicia, por más comodidades que tenga en su prolongado y forzado retiro.

Sin embargo, CARLOS ENRIQUE debe preguntarse cuál es su conducta que no le gusta a quienes toman las decisiones para que lo hagan a un lado, bien dicen que le aplica el dicho del perro del rancho que amarran cuando hay fiestas.

Tampoco debió animarse al alcalde MARIO LÓPEZ para pedir licencia a la alcaldía de Matamoros, simplemente debieron decirle de una manera amable y cómoda que la decisión ya estaba tomada a favor de otro aspirante.

Quien escribió las líneas de arriba en su Facebook, es MARCELO OLÁN MENDOZA quien pedía un examen de control y confianza que seguramente no se aplicó al elegido, mucho menos un detector de mentiras. Hoy es uno más en contra del JR.

Claro, debemos supone que ninguno de los aspirantes de Morena o de cualquier partido pasaría una prueba de esa naturaleza, la situación es la misma que se vive, pero claro hay unos más manchados que otros.

MARCELO OLÁN y todos los precandidatos que no fueron elegidos manifestaron su apoyo, lealtad y respaldo al gobernador AMÉRICO VILLARREAL ANAYA, más no la han hecho extensiva para JOSÉ RAMÓN GÓMEZ LEAL, el cuñado de FRANCISCO JAVIER GARCÍA CABEZA DE VACA.

Bien dicen que lo bueno, para uno es mala para el otro.

Nadie trabaja en la reconciliación estatal, para que el JR arranque en el mero día de los inocentes.

Bueno, por hoy es todo.

Adiós y aguas con los patinazos…

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