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Ayuda a Gilberto necesita llevar el sustento a casa

CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- Hasta hace seis años Gilberto Palma Guzmán vivía su vida de forma normal y tranquila, sin saber que un problema del apéndice lo inmovilizaría totalmente tres años hasta condenarlo a caminar con muletas el resto de su vida, a pesar de ello sigue luchando por su familia.

Vestido con sombrero de paja y camisa de manga larga para soportar las altas temperaturas y con una faja especial y dos muletas que le sirven para “caminar”, Gilberto se instala cada 15 días en un crucero diferente, donde vende dulces, hasta pulseras y juguetes para niños los cuales se cuelga en el pecho para caminar entre el tráfico.

“Vengo a trabajar todos los días, pues ninguna institución me ha ayudado, una vez fui por una despensa y me reclamaron que había ido el mes pasado, entonces ya no fui” dijo el hombre de 44 años.

Gilberto platica que desde hace nueve años llegó a vivir a Victoria, acompañado por sus dos hijas y su hijo, por lo que trabajó en diferentes oficios y realizaba su vida con normalidad y carencias como cualquier persona.

“Hace seis años trabajaba y caminaba de forma normal, tranquilo, de todo y tras la peritonitis dure 3 años que no me podía mover, acostado en la cama luego tomé terapia en un año hasta que pude volver a caminar”.

La peritonitis es la inflamación del peritoneo, una membrana suave que recubre las paredes abdominales internas y los órganos dentro del abdomen, la cual generalmente ocurre por una infección bacteriana o micótica.

Una peritonitis no tratada evoluciona rápidamente a la deshidratación de la persona. Afecta a todos los órganos abdominales y casas que éstos dejen de funcionar. Depende cuándo se actúe, los daños pueden ser más o menos graves.

“Fui operado en el Hospital General ya que al reventarme el apéndice, me envenene por dentro y se me regó todo el líquido; por la operación al pasar mucho tiempo en cama me salió un astilla en la espalda”.

Tras pasar más de 4 años sin poder moverse, Gilberto decidió salir a la calle para conseguir sustento, desde entonces se mueve en taxis, pues por su padecimiento es difícil subirse al transporte público.

“No llevo ningún tipo de medicación especial, solamente ketorolaco para el dolor y gracias a Dios no tomo insulina ni nada de eso, solo cosas para el dolor. Esta faja me la regalo una señora que se llama Esther y estas moletas las conseguí, pero necesito nuevas para caminar, ya que estas están muy gastadas”.

¿DÓNDE LLAMAR PARA AYUDAR?
Si usted desea ayudar a Gilberto para que pueda comprar una nueva faja o muletas, puede buscarlo en
el crucero de Soriana Verde o llamar al 8352321740.