Columnas

DIPUTACIONES FEDERALES: MORENA TOMA VENTAJA

La disputa por la Cámara de Diputados será, en opinión de muchos analistas, el evento estelar de la contienda electoral del próximo año.
Para el presidente de la república Andrés Manuel López Obrador mantener el control del Congreso de San Lázaro es fundamental para continuar, sin obstáculos, su proyecto de nación hasta concluir el sexenio. Para la oposición, es la oportunidad de torpedear el barco de la Cuarta Transformación e impedir que llegue a buen puerto.
Una encuesta realizada por la empresa Massive Caller revela los distintos escenarios (sin alianzas y con alianzas) sobre cómo se distribuirían los asientos legislativos.
Morena se impone de manera avasalladora en el escenario electoral donde no se pactan coaliciones electorales: ganaría 329 diputaciones federales (incluyendo ya el reparto de las plurinominales). El PAN se quedaría con 116. El PRI se desplomaría todavía más y solo tendría 33 representantes en la siguiente Legislatura. De ‘la chiquillada’, Movimiento Ciudadano lograría solamente 8 posiciones (con todo y las ‘pluris’).
En el escenario de las alianzas, Morena mantiene su considerable ventaja, pero pierde posiciones: alcanzaría, junto con esos lastres llamados Partido Verde (PVEM) y Partido del Trabajo (PT) 302 diputaciones federales. Es decir, Morena debe considerar seriamente el viejo dicho: ‘Mejor solo que mal acompañado’.
El único escenario electoral donde Morena pierde la mayoría legislativa es en el escenario de la polarización: PAN y PRI establecen una alianza total junto con MC y PRD. Ellos sumarían 268 diputaciones federales. Morena, por su parte, si pacta una coalición con esos estorbos denominados PT y PVEM se quedaría con 232 asientos.
Según la encuesta de Massive Caller, Morena arrollaría en los estados con mayor padrón electoral y, por ende, mayor cantidad de diputaciones federales: en el Estado de México, por ejemplo, ganaría ¡¡¡38 de las 41 diputaciones federales!!!
La Ciudad de México, capital del país, es morenista: La 4T se llevaría 21 de las 24 diputaciones federales. En Veracruz también tendría un paso aplastante: Morena gana, de acuerdo a la encuesta, 19 de las 20 diputaciones federales.
Y ojo, mucho ojo: El Movimiento de Regeneración Nacional se llevaría todas las diputaciones federales en siete de los ochos estados priistas en los que también se jugarán las gubernaturas: Campeche, Colima, Guerrero, Sinaloa, Sonora, Tlaxcala y Zacatecas.
Esto confirmaría que los gobernadores priistas de esos estados van a entregar sus plazas al partido de la Cuarta Transformación. Los mandatarios estatales tricolores no quieren broncas con el presidente Andrés Manuel López Obrador y desde ya negocian el acuerdo de paz.
De hecho, la encuesta señala que el PRI solo ganaría ¡¡¡4 diputaciones federales en las urnas de todo el país!!! Tres de ellas, en el Estado de México y una más en Coahuila. Sería todo. El Revolucionario Institucional vivirá un auténtico desastre electoral.
Acción Nacional tendría en Guanajuato y Querétaro sus principales bastiones: se llevaría las 15 diputaciones federales en tierras guanajuatenses y los 5 distritos queretanos.
¿Y Tamaulipas? El sondeo señala que en 8 de las 9 distritos electorales de la entidad, Morena lleva la ventaja. Solamente en Tampico, el PAN tiene la delantera.
Existe un virtual empate técnico en el Primer y Quinto Distritos, con cabeceras en Nuevo Laredo y Ciudad Victoria. Ahí, Morena registra ventaja de un punto porcentual sobre Acción Nacional. Lo mismo sucede con el Noveno Distrito, con sede en la zona sur de Reynosa. Es decir, está muy apretado… con ligera ventaja para la 4T en la fotografía del momento (y tomando en cuenta que falta un sondeo en territorio, donde las cosas pueden varias por el tema de las ‘estructuras’).
Donde Morena alcanza una ventaja porcentual de varios puntos y que llega a ser alta es en el Tercer, Cuarto, Sexto y Séptimo Distritos con cabeceras en Río Bravo, Matamoros, El Mante y Ciudad Madero-Altamira, respectivamente.
Si el PAN no realiza desde este momento una operación quirúrgica en municipios y distritos como, por ejemplo, Altamira, las cosas se pueden salir de control y será imposible establecer acuerdos entre los grupos políticos en disputa. Basta recordar algo: partido que se divide, pierde.
Esa es una tarea que debería realizar la Secretaría General de Gobierno, por un lado, y el comité estatal de Acción Nacional, por otro. Todavía tienen tiempo para evitar un desastre en las urnas tamaulipecas e impedir que Morena gane las principales alcaldías y un buen número de diputaciones federales (sin olvidar la relevancia estratégica que tendrá el Congreso del Estado).
En otras palabras, gente como Humberto Zurita Eraña, subsecretario de la General de Gobierno, tendrá chamba extra. Eso sí, deberá concentrarse en los temas importantes y debe dejar de escuchar chismes irrelevantes de emisarios del oscuro pasado cavacista con contactos inexistentes. Zurita, discípulo del maestro Joaquín Contreras Cantú, debe entender su real misión.
La encuesta de Massive Caller, que fue realizada vía telefónica, debe ser considerada un llamado a tiempo para los operadores azules estatales. Se reitera: todavía tienen tiempo. Faltan diez meses para la cita con las urnas. Si Morena los arrolla, fue porque no hicieron la tarea.

Y PARA CERRAR…
¿Y si el candidato del PAN a la presidencia municipal de Altamira es un ‘tercero en discordia? Es decir, que no sea Miguel Gómez Orta, ni Alfredo Polanco.
¿Qué tal si ese tercero en discordia es Víctor Meraz, subsecretario de Bienestar Social del gobierno del estado?