Columnas

Tendencias: AMLO y su mundo feliz

Por Oscar Contreras Nava

El presidente Andrés Manuel López Obrador fue elegido por 30 millones de mexicanos como presidente de México por tres razones:

Primera. Para que metiera en la cárcel a los corruptos; manejara con responsabilidad y transparencia el presupuesto federal y acabaran con los abusos.

Segunda. Para que le diera paz, tranquilidad y seguridad al país; hubiera gobernabilidad y mantuviera el régimen democrático, libre, soberano y de respeto a los poderes estatales.

Y tercera. Para que hiciera crecer la economía, promoviera más inversiones -nacionales y extrajeras- y se estableciera un crecimiento dinámico y permanente del empleo formal.

Sin embargo, AMLO no hace nada:

Habla de la corrupción, pero los corruptos andan libres y su gobierno al designar obras y compras directas a sus amigos y cómplices, promueve la corrupción.

Por eso quiere seguir controlando el Senado y la Cámara de Diputados, para que nadie lo cuestione, ni le pida y exija nada.

De esta manera seguirá controlando los recursos, gastos del gobierno y podrá establecer una dictadura presidencial que sea perfecta y feliz.

Por eso a nadie sorprendió que López Obrador haya dado a conocer en su sermón sabatino su receta para ser felices, precisamente cuando su achichincle López Gatell dio a conocer que la pandemia del Covid-19 ha provocado la muerte de 5 mil 45 mexicanos y dijo:

“México está construyendo -desde antes de la pandemia- un nuevo modelo de país, con base en cinco principios fundamentales: democracia, justicia, honestidad, austeridad y bienestar” y aunque para esto no fue elegido, ni tiene nada que ver con lo que hace su gobierno para “domar” al Coronavirus, las más de cinco mil muertes de mexicanos deberían de preocuparle porque ya superan a las de China.

Sin embargo, AMLO no parece estar preocupado por los efectos de la pandemia, más bien lo que le interesa es que todos sean felices aunque no tengan trabajo y se estén muriendo porque dice:

“No olvidemos que… la felicidad no consiste en obtener bienes, riquezas, títulos, fama, lujos, sino en estar bien con nosotros mismos, con nuestra conciencia y con el prójimo”.

Desde luego que al conocer su receta para la felicidad vemos claramente que AMLO lo que busca es huir de la realidad, sabe que su gobierno está perdiendo la batalla ante el Coronavirus y esta situación se le saldrá de las manos.

Así que “el sabio pueblo” pronto le cobrará sus desvaríos, su  manejo de la economía donde prevalece “el fortalecimiento de los valores culturales, morales y espirituales para construir una mejor sociedad” aunque eso de nada valdrá porque muy pronto se perderán cerca de dos millones de empleos y los problemas sociales le crecerán.

Pero mientras esto sucede al interior de Palacio Nacional, los contagios y las muertes por el Covid-19 siguen creciendo, así como los desempleados por la crisis económica que genera el aislamiento social, y por supuesto que AMLO quien desde ahí… sigue construyendo su mundo de felicidad sin cumplir con los compromisos para los que fue elegido como presidente de México. Ni más ni menos.

Punto final. Las acciones de algunos aspirantes panistas en la zona metropolitana del sur de Tamaulipas, han despertado los señalamientos de los mismos de siempre, esos que no logran comprender que en la política lo que no se renueva se echa a perder y ellos, desde hace tiempo han sido superados. ¿Verdad Guty?