Columnas

EMILIANO Y LA CARTA DE LOS ESCARABAJOS

CUADRANTE  POLITICO

POR FERNANDO ACUÑA PIÑEIRO

EMILIANO  Y  LA CARTA DE LOS ESCARABAJOS

En el cosmos de la entomología, los escarabajos boleros, representan una especie muy curiosa, porque su actividad  consiste en empujar  pequeñas bolas  de excremento. Todos  los días, se la pasan arrastrando  pelotitas residuales,  generadas  por  animales, especialmente  les gustan las deyecciones   de rumiantes, entre  ellas las de vaca.

Este  tipo  de  coleópteros,  se dice que  sienten una especial atracción por  las heces  de los  animales  herbívoros. De  acuerdo  a quienes  han estudiado  su conducta,  se sabe que  huelen  y rastrean los deshechos y  posteriormente  los  recogen, para  hacer sus nidos y también  para alimentarse.

En el inframundo  de la política  tamaulipeca,  existen cuadros que  igual  se sienten atraídos por el olor  del oportunismo y la coyuntura. Tal y como lo hacen nuestros famosos y atareados remolcadores  de  porquerías, ellos también olfatean  y  empujan los vicios  y  componendas  más  malolientes  del poder.

Cerramos  nuestro comentario,  con un afectuoso saludo  para  don Emiliano  Fernández  Canales, mismo que,  sin  saber siquiera  las cinco vocales del tema comunicación, ingresó  a este rubro, en su versión gubernamental, colándose hasta niveles ejecutivos,  por la vía  del braguetazo. El pasado viernes Emiliano renunció  al cargo que le dio de comer gratuitamente durante todos estos meses,  y al día siguiente  apareció  con  el  candidato  del PAN a  la gubernatura. ¿Burla  cruel? o ¿Caballo de Troya?

Seguramente, en el futuro, Emiliano  seguirá  conduciendo pequeñitos balones de inmundicia. Es  su naturaleza. La suciedad  es  su materia prima. Por  lo pronto,  este  pequeño  “insecto”  ya  le mordió  la mano  al  hombre  que firmó  su nombramiento, desde  la primera  esquina  de palacio.

Los escarabajos ya han lanzando una carta abierta, donde  acusan  a Emiliano de competencia desleal. Ellos, argumentan,  lo  hacen en los rincones  más  discretos  de la  capa  terrestre, pero  Fernández Canales, ejercía dicha actividad, en  el corazón del poder  tamaulipeco. Qué vergüenza.

AMENAZA LUCIA AIME, CON LLEGAR AL PRI

En política, la  democracia partidista no es un cuento  de Caperucita, sino un asunto concreto  de convenios  y de intereses.  Esa  fue la puerta por la que ingresaron  a la candidatura capitalina del PRI, los  jovenazos  Carlos Morris  Torre  y  Eduardo  Gattas.

El primero  es enviado como pieza transexenal  del actual grupo priísta  en el poder, y el segundo llega  por la vía  de la negociación  con  la familia Cárdenas, cuyo  aspirante a la gubernatura  cedió  a cambio de  una  serie de posiciones.

Pero  no se crea que por sus circunstancias,  los  citados,  son producto de la improvisación.   Tanto  Morris  como  Gattás,  tienen suficiente fogueo político. El primero  viene  de presidir  el PRI  local,  mientras que el segundo  ya está probado en la  trinchera  de las urnas, cuando  participó como suplente  de Ricardo  Rodríguez  Martínez.

En suma,  se puede decir  que, tanto  el sobrino como  el chavo cardenista  garantizan  power  y  sobre todo votos. Como en todos los demás  municipios,  la capital  no está  exenta  de  una praxis  política que juega a la segura. Lo decíamos en  anteriores  columnas,  se trata de  pragmatismo puro.

Atendiendo  a esta  misma suma  de fuerzas, en torno  a  la fortalecida  candidatura  de  Oscar  Almaraz  a la alcaldía, creo que  usted  y  nosotros  nos preguntamos,  cual va a ser el papel  que va a jugar  el  sólido  grupo  político  de  la  dirigente Blanca  Valles  Rodríguez. Si mal no recuerdo,  Blanca  participó como  suplente  de  Oscar Almaraz en el 2010, y como propietaria en el 2013. Ambos comicios  se  ganaron para la causa tricolor.

Pues  bien,  existe la  posibilidad de que  el hijo  de  Blanca  Valles,  Alberto Palomo  Valles,  sea  quien  le  coordine  la campaña  a  Oscar,  con lo cual  la poderosa  fuerza  electoral  del  SUTSPET  irrumpiría  en escena.  De  suceder lo anterior,  la guerra  priísta  por  mantener  la jetatura  en la capital, contaría  con todos  los elementos  estructurales, necesarios  para  ganar.

Por  cierto,  en  los corredores  políticos   de la grilla victorense,  se  habla  mucho en  relación a que,  el  próximo  mando  en el  PRI  del  20  Hidalgo,  quedaría en manos  de  una mujer. Su nombre  es  Lucía  Aimé  Castillo  Pastor,  se  dudosa  militancia  priísta,  por  aquello de que, participó  en   Acción  Nacional,  y  coqueteo  con  los  colores de este partido, en los tiempos  de  la docena  trágica  Foxismo-calderonismo.

A  nadie  le espanta, que en estos tiempos  de  feroz  pragmatismo,  el PRI  capitalino quede en manos  de  una chava  de  lentes blancos con fondo azul. Sin embargo, la  ahijada  del  Secretario  foxista Reyes  Tamez  Guerra  se apresta  a  llegar  al  PRI más  estratégico  de los  43  municipios  en la entidad. Y  esto,  ya  es una osadía mayor.

Si  de género  se trata, me parece que  hay  damas con  mayores  méritos  militantes. Nombres  hay muchos  y  de prosapia  y lealtad  al  PRI.