“La Selección de Estados Unidos femenil debe ganar lo mismo o más que la varonil? “
La Final del Mundial Femenil Francia 2019 generó gran expectación en todo el mundo. Estados Unidos se convirtió en tetracampeona al derrotar 2-0 a Holanda. Durante los festejos, la afición que se hizo presente en el Stade de Lyon mostró su apoyo a las jugadoras, pidiendo igualdad salarial con respecto a lo que gana la selección varonil, que nunca ha llegado ni a una final mundialista.
Tras demostrar una vez más su poderío total, las jugadoras, con más fuerza que nunca, exigen que al menos se les pague lo mismo que a la Selección Masculina.
Pese a que el argumento básico para debatir las desigualdades salariales entre hombres y mujeres es “ellas no generan lo mismo que ellos”; cuando se habla de la selección estadounidense femenil, es la excepción.
Nunca un partido de futbol masculino ha generado tanta expectación o audiencia como la que consiguió el cuadro femenino en la final de la Copa del Mundo Canadá 2015 contra Japón, en la que se consiguieron 25 millones de espectadores.
Cuando se habla de un ídolo del futbol estadounidense no salta el nombre de un jugador, sino de futbolistas como Alex Morgan, Megan Rapinoe o Hope Solo, caras de la lucha que se inició en 2015 para erradicar las desigualdades.
Las jugadoras, a diferencia de otras partes en el mundo, reciben la mayor parte de su salario de la federación (salario base de 88.00 euros anuales), mientras que de los clubes perciben entre 14.600 y 41.000 euros. Esto sin contar patrocinios, ni amistosos, por los cuales generan otra cantidad y depende de cada jugadora.
De acuerdo a The Guardian, los 80 mil euros de prima por jugadora asegurados por alcanzar los cuartos de final, se hubiera multiplicado por seis si lo hubiesen logrado ellos.