La nana Fine sigue de moda
El 23 de junio de 1999 se transmitió el último capítulo del programa de comedia La niñera, por lo que el público tuvo que despedirse de Fran Fine, la exótica e irreverente protagonista que marcó una época en la tv pero también en la moda.
El experto en moda Gerard Cortez explicó que curiosamente a principios de los 90 Fran Fine, interpretada por la actriz Fran Drescher, no era considerada como ícono, porque ella era todo los contrario a lo que se considera buen gusto, por su ropa extraña y divertida; si bien llamaba la atención, la gente no se atrevía a vestir como ella.
“Eso la hizo un ícono de la moda, porque se atrevió en los 90 a usar la ropa que nadie se atrevía; pero fue gracias a su vestuarista Brenda Cooper que le creó ese guardarropa de fantasía a Fran Fine.
“Hoy en día ya vemos toda esa moda de los 90, esa ropa que usaba de Moschino, Versace, con una mirada diferente, la vemos como esas prendas cool y divertidas que esta generación sí se pondría, porque estamos viendo hacía atrás, porque los 90 ya es una época que merece un homenaje”.
Durante seis temporadas y 146 episodios —la serie se transmitió del 3 de noviembre de 1993 al 23 de junio de 1999— el público pudo ver cómo una desenfadada chica de Queens sobresalía entre la alta alcurnia de Manhattan luciendo prendas de diseñador como Moschino, Marc Jacobs, Chanel, Dolce and Gabbana, Fendi o Todd Oldham, mientras ejercía su labor de nana.
Para Cortez, quien también es juez del programa Cámbiame el look, si Fran Fine hubiera surgido en esta época de redes sociales y lo que es viral, hubiera sido una poderosa influencer porque nadie le ganaría en llamar la atención.
“Antes de los 90 no teníamos la oportunidad de entrar todos los días a Instagram, a Twitter y ver qué pasaba por la cabeza de los grandes diseñadores, eso ahora sí se puede hacer y nos hace más cercanos a la moda y a lo vanguardista; Fran sería esa mujer que al verla todo mundo diría ‘quiero ser como ella’”.
A pesar de que en las primeras temporadas de este sitcom la vestuarista Brenda Cooper no contaba con tanto presupuesto, su idea de recurrir a las tiendas de segunda mano de ropa de alta costura y crear looks sensacionales con las prendas ahí adquiridas hizo que después las grandes marcas voltearan hacía Fran y la vistieran.
“Cada vez que ella aparecía en la escalera y se detenía, eran los segundos que daban para que la gente apreciara el outfit de Fran Fine y ya después empezaba la serie, fue así como la producción comenzó a darle relevancia a la ropa y ésta se convirtió en parte del personaje. Esa fue la clave del éxito.