Alertan de riesgos por giro en Sedesol
La transformación de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) a Secretaría del Bienestar implica riesgos, advirtieron especialistas.
Rodolfo de la Torre, director del Programa de Desarrollo Social con Equidad del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY), indicó que el riesgo más importante es que el próximo Gobierno no vea este cambio como una oportunidad real de reconfigurar la política social del País.
“Sí veo riesgos, quizá el más inmediato es que existe la oportunidad de reestructurar la política social para hacerla más eficaz, más cercana a los intereses de las personas, y esa oportunidad se puede perder”, señaló.
El experto dijo que si bien no existe suficiente información sobre la política social de la nueva Administración, los programas anunciados hasta ahora como prioritarios parecen reproducir algunos de los problemas que han obstaculizado la reducción de la pobreza en México.
Dos ejemplos de ello, sostuvo, son el programa de empleo para jóvenes y la universalización de la pensión para adultos mayores.
El primero, detalló, carece de una visión completa, pues aunque incentiva el primer empleo, está inmerso en un mercado laboral con pocas y precarias fuentes de trabajo, mientras que el segundo pone énfasis en las transferencias monetarias.
Si esta es la visión de la nueva Secretaría de Bienestar, alertó, la política social del País no mejorará.
“Sí podría haber retrocesos, uno de ellos es ignorar los problemas de la política social actual y construir nuevos programas sobre esta base, entonces lo único que se va a a hacer es tener un sistema complejo, descoordinado, no alineado a las necesidades de las personas, en lugar de un mejor aprovechamiento de los recursos que se tienen”, afirmó.
Para Alejandro González, especialista en Gestión y Evaluación de Políticas Públicas, el cambio de nombre abre la posibilidad de que el trabajo, los objetivos y las metas de la nueva Secretaría dependan de lo que la próxima Administración entienda por bienestar, lo que podría echar a la borda los avances que han alcanzado organizaciones civiles, expertos y el propio gobierno.
El maestro en Gestión Pública explicó que el concepto de bienestar es complicado porque puede entenderse como el resultado de una política social amplia, donde los derechos se correlacionen uno con otro, o como el resultado del cumplimiento de aspectos concretos, como el ingresos o la educación.
El fundador de la asociación civil Gestión Social y Cooperación (Gesoc) indicó que si prevalece la segunda visión, la política social se enfocaría en garantizar un derecho, dejando de lado o estableciendo como no prioritarios el resto de ellos, lo que implicaría un retroceso de casi 30 años.
Actualmente, recordó, la política social está basada en el cumplimiento de seis derechos sociales que se interrelacionan entre sí: al ingreso, a la alimentación, a la calidad en la vivienda, al acceso a los servicios básicos, a la educación, a la salud y a la seguridad social.