Nadie va a intimidar a los órganos electorales, advierte el INE
El Instituto Nacional Electoral -INE- en Tamaulipas rechazó de manera tajante que las autoridades electorales no tengan credibilidad para organizar los procesos electorales, cuando en los últimos 25 años se ha reconocido la alternancia en el país y en particular en los últimos cinco años en la entidad.
Ataja además que, quien no vea la alternancia, “es ceguera”, en respuesta a los partidos que criticaron al IETAM y al INE en el arranque del proceso electoral.
Además, el Presidente del INE en Tamaulipas, señaló que ningún órgano electoral podrá ni deberá ser intimidado “por ningún gobierno, por ninguna oposición a gobierno ni por ninguna fuerza distinta que pretenda controlar los órganos electorales”.
Eduardo Manuel Trujillo Trujillo, Vocal Ejecutivo de la Junta Local del INE, expuso que en la democracia se ha registrado alternancia bajo los mismos criterios de la organización electoral con la que hoy se inicia.
“No pueden decirse que no hay acción, el país ha cambiado bastante, desde que hay órganos electorales autónomos, tenemos una distribución del poder muy amplia en todos los ayuntamientos en el país, en todos los gobiernos de los Estados, entonces ya no existe ninguna hegemonía de un solo partido en ninguna entidad”.
Añade que no observar eso, “es ceguera” y muestra que sí hay órganos electorales funcionando y tenemos además gobiernos de todos los colores, producto de una sociedad que ahora tiene elecciones competitivas reales.
Trujillo, dijo que las autoridades electorales, nunca van a ser órganos que le den gusto a todos los partidos políticos. “En ningún momento se le puede dar gusto a todos los partidos políticos y eso es quizás, lo que ha contribuido al deterioro de la impresión que tienen la ciudadanía de los órganos electorales”.
Entrevistado al término de la sesión solemne en la que se puso en marcha el proceso electoral por parte del IETAM, Trujillo señaló que hay un proceso de transformación electoral con elecciones competidas y todas se hacen apegadas a la ley de tal suerte que no se puede desacreditar a los institutos electorales.