Policía Interestatal y de Proximidad, en plan ‘piloto’
La Secretaría de Seguridad Pública en Tamaulipas, confirmó que en sus filas, dejó de tener militares que realizan funciones de Policías Estatales y a cambio, ya se puso en marcha el plan ‘piloto’ de la Policía de Proximidad y la Policía Interestatal.
El responsable de la Seguridad Pública en Tamaulipas, Vicealmirante Luis Felipe López Castro, confirmó que los 2 mil 700 militares que hacían funciones de Policía Estatal han sido retirados. Los mandos actuales del Ejército Mexicano, han designado directamente a los elementos que realizan la labor de seguridad en los 22 municipios principales de la entidad. “En el inicio de la Estrategia hubo -militares en la Policía Estatal- desde que yo llegue, no hay, solo yo”, expresó el funcionario estatal. Sin embargo, reconoció que hay personal que en su momento sirvió al Ejército Mexicano y ahora han decidido entrar a servir directamente como policía estatal.
A ellos, añadió, se les inculca a que, la experiencia que adquirieron en su vida como militar, solo debe de servir para enriquecer la actividad policiaca.
Desde el punto de vista legal, dijo, “ya no son considerados militares -en el momento en que ingresan a la policía- aunque en su sentimiento, la mayoría de las veces nunca se deja de sentir militar”.
El Secretario de Seguridad Pública en Tamaulipas, reconoció que hay una mayor presencia de elementos que designa directamente el Ejército Mexicano, y hay elementos que están realizando operativos en las zonas de seguridad con mandos militares dentro de la estrategia de seguridad.
Actualmente los elementos que fueron militares y cumplieron con los exámenes de control de confianza para convertirse en Policías Estatales, reciben el mismo trato y condiciones para que cumplan en igualdad de condiciones y exista una competencia sana.
“Lo que queremos es que los policías con un buen desempeño en su carrera policial, sean quienes ocupen los puestos de la Policía”.
Agregó que el proceso de seguridad que se está emprendiendo, es una tarea que “nos va a llevar dos años o tres, para lograr que exista una sensación de confianza para las fuerzas de seguridad pública”.