El último clavo para Muñoz Cano…
Si alguna pequeña flama de esperanza, tenía el ex gobernador de Tamaulipas, Eugenio Hernández Flores de poner a uno de sus cómplices en el CDE del PRI, se esfumó con el nombramiento de Claudia Ruiz Massieu a la Secretaría de Organización del CEN del tricolor. El grupo político delincuencial capitaneado por el ex titular del Ejecutivo en la entidad, fue alcanzado por su historia y por su negra carga de estropicios dejada a su paso, por diversos cargos gubernamentales y administrativos.
Es difícil, muy difícil olvidar el agravio familiar entre los Ruiz Massieu y los Muñoz Rocha. El asesinato del jefe de aquella familia, por el jefe de esta estirpe, no sólo cambió la historia del PRI –se puede afirmar que para efectos históricos, el asesinato de Ruiz Massieu, cerró el ciclo del galopante neoliberalismo salinista-, también, dio un vuelco al régimen mexicano al acelerar su descomposición.
La llegada de Ruiz Massieu a la Nomenklatura tricolor, desplaza de toda posibilidad a Manuel Muñoz Cano de ser el Presidente del CDE del PRI tamaulipeco.
¿O tendríamos ojos para ver que la ex Canciller mexicana, tome protesta como Presidente del CDE del PRI tamaulipeco a Muñoz Cano?..
Se ve complicadísima esa escena.
Hernández Flores y su camarilla, debe estar buscando un candidato para reemplazar a su reventado aspirante. Y no les queda mucho tiempo.
Hace semanas, habían construido un plan B: Muñoz Cano, para el CDE del PVEM.
Ahora, hasta esa posibilidad se ve distante.
Ruiz Massieu, le imprime toxicidad a la figura de Muñoz Cano. Tanta, que hasta del Partido Verde verían con reticencia la presencia del victorense en sus filas. Sobre todo, si se está pensando en una alianza entre el PRI y el Verde para la presidencia de la república.
Al parecer Geño y sus socios no han entendido el mensaje: su ciclo en la política se ha agotado.
Aunque aún, el régimen les ha dado su venia para seguir haciendo negocios, por los millones que invirtieron –se supone- en la campaña de Enrique Peña Nieto.
Lo que se ve más claro que nunca, es el último clavo en el sarcófago del insepulto Muñoz Cano…