“Donald que ladra no muerde”.

Estamos a casi 48 horas de que el señor Donald John Trump sea eregido como el presidente número 45 de los Estados Unidos de Norteamèrica.

Si bien es cierto que es un personaje odiado por muchos e idolatrado por otros como èl, ganó las elecciones de su país y por consiguiente si Dios lo acompaña, gobernarà a la naciòn màs poderosa del mundo por los próximos 4 años.

Trump habrá de guardar juramento este próximo viernes 20 de enero ante un mundo expectante que no sabe còmo habrá de actuar ya con todo el poder a su servicio.

Para mì, este hijo de inmigrantes alemanes y escocèses, cada vez se parece a ese famoso personaje de Chespirito, La Chimoltrufia que decía graciosamente: “No nos hágamos tarugos, pos ya sabes que yo como digo una cosa digo otra”.

Y sì después de calificar a los mexicanos de asesinos, ladrones y violadores, ahora dice que es el gran amigo de los mexicanos, que somos brillantes, que nuestros políticos son exitosos, en pocas palabras, cambiò totalmente su discurso, en este y otros temas. Por eso se parece a la Chimoltrufia.

Donald John Trump es, nada màs y nada menos que un autèntico camaleón, hizo una campaña “chicharronera”, hablò mucho, ofreció de màs e incluso descalificò a algunos miembros de su propio partido el Republicano.

Ser gobernante es muy diferente a ser candidato. A partir del viernes Donald ya será el nuevo presidente de los estados Unidos de Norteamèrica, solo que no se mandarà solo y tendrá que respetar las decisiones de los miembros del Congreso de su país, que dicho sea de paso, sì saben ser oposición y no borregos del ejecutivo.

En lo personal veo muy poco probable que cumpla lo que prometió en campaña en lo que s e refiere a las deportaciones masivas, la construcción del muro entre nuestra frontera y la de su país.

A estas alturas ya debe de haber reflexionado y entender que no es el rey del mundo y mucho menos un mesìas, es un simple mortal como cualquiera, incluso como nosotros los mexicanos, aunque que culpa tenemos nosotros verdad?

Yo pienso que a los tamaulipecos en general no nos afectarà la llegada de Donald John Trump a la Casa Blanca.

Nosotros por décadas hemos llevado una muy buena relación comercial, de intercambio académico, cultural, de amistad y familiar, entre otros temas, con la gente de Texas y los otros estados sureños del vecino país.

En los últimos meses el gobernador de Tamaulipas se ha reunidos con políticos, empresarios y autoridades educativas de Texas para fortalecer y ampliar nuestras relaciones, para que se conviertan en oportunidades de desarrollo para las familias de ambos lados de la frontera.

Ningún capricho de campaña política podrá terminar con la antigua tradición familiar, de amistad, comercio e intercambio que existen entre estas dos regiones.

Sin duda alguna nuestro estado es un gran atractivo para los Estados Unidos. En Tamaulipas somos casi 4 millones de habitantes, contamos con 400 kilómetros de frontera , tenemos el mayor número de cruces internacionales que cualquier otro estado fronterizo del país (17).

El 30% del comercio internacional de México con Estados Unidos se da por Tamaulipas, con un valor superior los 280 mil millones de dólares por año.

Francisco Garcìa cabeza de Vaca, gobernador de todos los tamaulipecos (aunque algunos lo nieguen), està interesado en dos aspectos prioritarios que de concretarse elevaràn la calidad de vida de las familias de Tamaulipas.

Al ejecutivo le interesa devolver la tranquilidad a las familias y crear los negocios y empleos necesarios para mejorar la economía.

A nosotros los tamaulipecos Trump ni sus locas amenazas nos espantan, somos gente de trabajo, defendemos a nuestra gente, tenemos un gran territorio rico en recursos agrícolas, ganaderos, pesqueros, forestales, ecológicos, tenemos industria y petróleo, química y maquila, pero sobre todo tenemos carácter y somos orgullosamente mexicanos.
Por eso digo: “Donald que ladra no muerde”.
Hasta aquí mi Análisis y Comentario de Hoy.
Soy su migo: Christopher… Mora.
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