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Por que perdimos?

Consejo: Rivales como Rusia o China no pueden superar nuestra influencia en todo el mundo, a no ser que renunciemos a lo que defendemos y nos convirtamos en otro país grande que abusa de sus vecinos más pequeños. B. Obama .

La próxima investidura como presidente de los Estados Unidos del dictador de la twitocracia y del experto en la exacerbación de las emociones primarias, Donald Trump (DT), obliga a la reflexión del político que se va, Barack Obama (BO).

El primer presidente de color fue sin duda un líder transformador pero centrado; preparado en el aula y en la vida; profundo conocedor de su país y de los sentimientos terrenales; maestro de las sonrisas y las pausas; experto en conmover; y, sobre todo personaje carismático que detonó el uso de las redes sociales en la política y que logró algo difícil en estos tiempos, gobernar sin escándalos.

El próximo viernes el nobel de la paz pasará de personaje noticioso a uno histórico y legendario gracias a las miles de anécdotas que se construyeron en torno a su pensar y hacer.

A nivel mundial, sin duda su periodo presidencial será recordado por la muerte de Osama Bin Laden; por el acuerdo para limitar el programa nuclear de Irán; por supervisar la retirada de tropas estadounidenses en Irak y Afganistán; por el fallo a favor del matrimonio homosexual; por el restablecimiento de las relaciones con Cuba; por impulsar acuerdos de libre comercio con Panamá, Colombia y Corea del Sur; por su visita a Hiroshima; y sin duda, por ser un protagonista destacado en el histórico acuerdo por combatir el cambio climático en París (COP21).

Llegó cuando la economía americana se colapsaba y al devenir de su mandato podemos señalar que salvó a los bancos de una crisis financiera, que la economía crece, que las exportaciones aumentan, que la inflación está controlada, que el déficit se redujo 75 % y que se generan empleos sostenidamente.

En los últimos ocho años 12 millones de estadounidenses encontraron empleos y la tasa de desempleo fue de 4.7%, la más baja en los últimos 10 años. Además impulsó una reforma integral de Salud (Obamacare) que estableció la obligatoriedad de contar con un seguro médico propiciando la ampliación de la cobertura a 20 millones de personas. También los índices de delincuencia se redujeron considerablemente en el agregado nacional.

Seguramente por años, se seguirá hablando de la foto en la que abraza a su esposa luego de un evento en Iowa y que se convirtió en la segunda imagen más re tuiteada en la historia (la primera es el selfie de Ellen DeGeneres en la ceremonia del Oscar).

Su cuenta de Twitter llegó a tener más de 80 millones de seguidores y la de Facebook más de 52 millones. O bien de sus lágrimas al recordar a la veintena de niños que murieron en un tiroteo en Connecticut; su costumbre de jugar baloncesto por las madrugadas los días en los que fue electo y reelecto presidente; su celebradísimas cenas con periodistas en los que deslumbraba con su gracia natural y facilidad de palabra; sus emotivos discursos; sus artículos académicos en revistas especializadas de economía y ciencia; sus reiterados llamados a la esperanza; sus muestras de amor por la carismática y popular Michelle; y, sus campañas de publicidad que serán objeto de estudio tanto de políticos como de mercadólogos, sociólogos y comunicadores.

Aquí vale la pena la reflexión, ¿Por qué el partido demócrata en Estados Unidos se ha ido debilitando al grado que perdieron la presidencia a pesar de sus logros y las cosas buenas que se dicen de su principal protagonista? BO seguramente ha reflexionado en más de diez ocasiones ¿Por qué perdimos? Cuando asumió la presidencia los demócratas eran mayoría en el Congreso y tenían gobernadores en 29 de los 50 estados. Hoy sólo controlan 16 Estados y la Cámara de representantes ha estado en manos de los republicanos desde el 2010 y del senado desde el 2014.

Sin duda el papel de los gobernadores y de los candidatos tiene mucho que ver. Las marcas de los partidos políticos se desdibujan ante las personas y sus resultados. Hillary Clinton, si bien demócrata y con amplísima trayectoria se percibía muy distinta a BO, sobre todo por su enérgico énfasis en la política exterior y su imagen fría y calculadora que intento cambiar por una de abuelita querendona que nadie compró.

Sin embargo me parece que una clave fundamental está en los claro obscuros de la política. Es decir, si bien el Obamacare benefició a muchos, afectó en ciertos aspectos a los programas de salud públicos y a la industria privada de seguros; no logró que se concretaran el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP) ni la Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión (TTIP); ni la reforma integral de inmigración y por el contrario deportó a cerca de 2.5 millones de inmigrantes del 2009 al 2015; ni cerrar Guantánamo; y menos poner restricciones a la posesión de algunos tipos de armas.

También existen críticas por su reticencia en intervenir en la guerra civil de Siria que ha desatado una catástrofe humanitaria que facilitó el surgimiento del Estado Islámico y en presionar a Corea del Norte para que su programa nuclear cese. A pesar de los datos positivos en cuanto a violencia y crimen, algunas ciudades importantes presentan estadísticas en sentido contrario, como Chicago.

Tampoco logró comunicar un gran proyecto modernizador para fortalecer el liderazgo económico mundial de Estados Unidos ante potencias que emergen como las asiáticas, quizás por el bloqueo legislativo que en su momento vivió o el tamaño de la crisis que afrontó.

En Estados Unidos no hay nada que influya más en el elector que la afectación en su bolsillo y si bien, en lo económico existen datos alentadores, la deuda pública aumento durante su mandato y la pobreza también, aunque ligeramente. Por su parte los americanos con nivel socio económico medio vivieron una política orientada a mejorar el nivel de vida de las minorías y de las clases más desprotegidas mientras ellos estaban estancados, sin posibilidad de movilidad social.

BO pronunció su último discurso como presidente en Chicago, la ciudad que lo adoptó. Emotivo y brillante como siempre, concluyó diciendo “Les pido que crean. No en mi capacidad de promover un cambio, sino en la capacidad de ustedes… Si podemos. Sí, lo hicimos; sí, podemos”.

Y si, definitivamente podemos, pero aún no lo logran del todo. Mejor me quedo con “El cambio ha sido la característica de nuestro país, no hay que tenerle miedo sino abrazarlo”. La realidad es que el tiempo reforzará la idea de que como OB, pocos, muy pocos políticos. El mundo extrañará su autenticidad y decencia. Aunque Trump en cuanto autenticidad también se pinta sólo.

El próximo presidente tiene como objetivo hacer prevalecer el derecho estadounidense y la generación de empleos por encima de cualquier otro país en el planeta. Su molestia con México más allá de la migración seguramente tiene que ver que nuestro país a parte del Tratado de Libre Comercio de América (TLC) tiene 15 convenios más con 45 países que para muchos de éstos representa la puerta de entrada al mercado de nuestro vecino propiciando que sus productos lleguen con bajos aranceles. El análisis debe ser frío y con pasión, no apasionado y sin razón.

El cambio que se avecina nos obliga a reflexionar que la globalización está muriendo y el modelo por el que apostamos está siendo sepultado por las grande potencias con Estados Unidos a la cabeza debido a la insatisfacción de algunos sectores de la población ante los resultados que esperaba y que nunca llegaron, hecho que DT como buen empresario buscó maximizar para ganar a pesar del alto riesgo social. Sin duda supo capitalizar y aprovechar el entorno creando un discurso que critican en muchos sentidos, pero que no es reconocidos por su alta efectividad.

Debemos aceptar que viene un cambio de época donde habrá una pausa en la apertura comercial a nivel mundial. No es posible afirmar que las economías empezarán a cerrarse, lo que sí podemos decir es que la apertura no podrá continuar como hasta ahora sin afrontar los costos y las inequidades que genera como bien lo ha dicho el experto en economía, Ismael Jiménez.

A nivel mundial el proteccionismo comercial no debe entenderse como aislacionismo, por el contrario la coyuntura actual obliga la coordinación y trabajo conjunto de los países para hacer frente a los grandes retos globales que son el cambio climático, al terrorismo, a la inestabilidad financiera, a los países fallidos, a la proliferación nuclear y a la inmigración. Aunque parezca que no son temas en la agenda del nuevo mandatario Estadounidense, el “hacer grande a América de nuevo” como fue su slogan de campaña, implica aceptar su posición y afrontar su liderazgo mundial ante la presión de Rusia y China que están dispuestos a llenar los vacios de poder que no asuma afrontando dichos retos y las miles de interdependencias que van más allá de lo comercial pero que son necesarias para que lo económico también se desarrolle en óptimas condiciones. La premisa es sencilla, lo global afecta lo local. No es posible estar bien en lo local si no se hace frente a lo global y más siendo la nación más poderosa del mundo.

Debemos dejar de vociferar mirando hacia fuera y lamentando nuestra tragedia. La apuesta a las exportaciones y al mercado externo de las dos últimas décadas es arriesgada. Estamos obligados a vencer el cortoplacismo y diseñar un plan con visión que permita fortalecer el mercado interno fortaleciendo la economía familiar; la inversión en las empresas locales y en ciencia y tecnología, lo que obliga a hacer un uso más eficiente y sobre todo, responsable, de la inversión pública.

También hacer la prospectiva necesaria para identificar a los nuevos socios que permitan alianzas productivas constructivas. Con Estados Unidos se requiere una nueva relación tomando en cuenta que DT parte de lo imposible para negociar y de una base de ganar – ganar. Con ello en mente es tiempo que nuestros diplomáticos den paso a la creatividad inteligente teniendo en cuenta el sabio consejo de Kalimán: serenidad y paciencia.

Brevísima fundamental: Diputados y senadores iniciaron la discusión de la Ley de Seguridad Interior. Están sobre la mesa cuatro propuestas de diferentes partidos políticos. Si no quieres más sorpresas como el gasolinazo, vale la pena dar un seguimiento puntual a este proceso legislativos con trascendencia fundamental nacional y más, para estados como Tamaulipas.

Placer culposo: A pesar de las tentaciones deportivas y las periféricas de tipo gastronómico que conllevan. A pesar de los emotivos videos en torno a BO tan de moda en las redes sociales, sin duda me quedo con la lectura de Zygmunt Bauman, sabio filosofo, padre de la modernidad líquida y libre pensador que creía en la capacidad de las ideas para mover el mundo y que bien nos enseño que “Hay un tipo de liquidez social que liquida a la gente” o que “el capitalismo ha triunfado porque ha encontrado un punto sensible y clave en las personas, ha sabido explotar el fetichismo de la mercancía”. Que descanse en paz y que su obra siga trascendiendo.