Malia y Sasha, bajo circunstancias muy particulares se han convertido en dos mujeres increíbles. Son inteligentes y son hermosas. Pero más importante, son amables, son conscientes y están llenas de pasión. Llevaron la carga de estar en el ojo público por tantos años tan fácilmente. De todo lo que he hecho en mi vida, de lo que más orgulloso estoy es de haber sido su papá.
AL VICEPRESIDENTE BIDEN
A Joe Biden, el flacucho chico de Scranton que se volvió el hijo favorito de Delaware. Tú fuiste la primera decisión que hice como candidato, y fuiste la mejor. No solo porque has sido un gran Vicepresidente, sino porque al final he ganado un hermano. Te queremos a ti y a Jill como si fueran familia y tu amistad ha sido una de las alegrías más grandes de nuestras vidas.
AL EJÉRCITO
Para todos los que sirvieron o sirven en las fuerzas armadas, ha sido el honor de mi vida el haber sido su Comandante en Jefe. Todos les debemos una profunda deuda de gratitud.
SOBRE LA FE, EL TRABAJO Y LA UNIÓN
Vine por primera vez a Chicago cuando estaba al comienzo de mis 20s. Y todavía estaba tratando de descifrar quién era, todavía buscando el propósito de mi vida. Y fue en un vecindario no muy lejos de aquí en donde empecé a trabajar con grupos de la iglesia en las sombras de los molinos cerrados. Fue en una de esas calles que fui testigo del poder de la fe y de la silenciosa dignidad de la gente trabajadora que se enfrenta a la lucha y la pérdida. Aquí es en donde aprendí que el cambio solo pasa cuando gente ordinaria se involucra y se compromete y se une para exigirlo.
SOBRE LA DEMOCRACIA
Entiendan, la democracia no necesita de la uniformidad. Nuestros fundadores se peleaban. Discutían. Eventualmente, se ponían de acuerdo. Ellos esperan que nosotros hagamos lo mismo. Pero ellos saben que la democracia sí require de un sentido básico de solidaridad, la idea de que a pesar de todas nuestras diferencias aparentes, estamos en esto juntos; que nos levantamos y caemos como uno solo.
SOBRE LA DISCRIMINACIÓN
Todos nosotros tenemos más trabajo que hacer. Después de todo, si cada problema económico está enmarcado como una lucha entre las trabajadora clase media de blancos y las poco merecedoras minorías, entonces los trabajadores de todas tazas estarán peleando por migajas mientras los ricos se alejan más en sus enclaves privados. Si nos negamos a invertir en los hijos de migrantes solo porque no se ven como nosotros, estamos restando las posibilidades a nuestros propios hijos, porque esos chicos de piel más oscura representarán una mayor porción de la fuerza trabajadora de Estados Unidos.
UNA META COMÚN
Ustedes fueron el cambio. Ustedes respondieron a las esperanzas de la gente y por ustedes, casi en toda medida, Estados Unidos es mejor, un país más fuerte del que era cuando empezamos…Podemos discutir sobre cuál es la mejor manera de alcanzar estas metas. Pero no podemos pelear sobre las metas en sí. Porque si no creamos oportunidades para todas las personas, la molestia y división que ha detenido nuestro progreso, solo va a crecer en los próximos años.
LA AMENAZA A LA DEMOCRACIA
Para muchos de nosotros se ha vuelto más seguro recluirnos en nuestra propia burbuja, ya sea con nuestros vecinos de casa, de universidad, de la iglesia o especialmente en nuestras redes sociales, rodeados de personas que se ven como nosotros y que comparten nuestras mismas ideas políticas, quienes nunca desafían nuestras afirmaciones…Y cada vez más, nos encerramos en nuestra burbuja tanto que comenzamos a aceptar solo información, sea verdad o no, que va con nuestras opiniones, en vez de basar nuestra opinión en la evidencia.
LA DESPEDIDA
Mis compañeros estadounidenses, ha sido el honor de mi vida el haberles servido. No dejaré de hacerlo. De hecho, estaré justo ahí con ustedes, como un ciudadano, por todos los días que me resten de vida. Pero por ahora, ya sea que seas joven o que seas joven de corazón, tengo una cosa más que pedirte como tu presidente, la misma cosa que te pedí cuando me diste tu voto de confianza hace ocho años. Te pido que creas. No en mi habilidad de traer el cambio, sino en la tuya. Te pido que te aferres a esa fe escrita en nuestra carta magna, esa idea susurrada por esclavos y abolicionistas, ese espíritu cantado por inmigrantes granjeros y aquellos que marcharon por la justicia. Ese credo reafirmado por aquellos que plantaron banderas desde en campos de batalla extranjeros hasta en la superficie de la luna, un credo en el corazón de cada estadounidense del que su historia no es escrita todavía. Sí podemos.
Sí, lo hicimos. Sí, pudimos.
Gracias. Que Dios los bendiga. Que Dios siga bendiciendo a los Estados Unidos Americanos.